En octubre comenzaron los nuevos talleres de prevención de alcohol que tendrán lugar durante todo el curso en la ciudad y en la provincia.
Estos talleres se enmarcan dentro del trabajo de prevención indicada con jóvenes. El proyecto Lazarillo es un programa de Prevención Familiar que acompaña los procesos de cambio de adolescentes y jóvenes que se encuentran en una situación de uso o abuso de drogas y que además suelen presentar otros factores de riesgo como puede ser fracaso o absentismo escolar, problemas judiciales o conflictos familiares.
El pasado mes empezaron en Guijuelo con el grupo de jóvenes de confirmación de la parroquia, organizados por el proyecto Lazarillo y el equipo de animación parroquial.
Estas sesiones tienen como objetivo concienciar sobre las dificultades que puede conllevar el consumo de alcohol tanto para la salud, como para las relaciones sociales. Tienen una metodología grupal, en el que durante cuatro sesiones se trabajan desde los mitos que hay sobre el alcohol, como información sobre la misma y las consecuencias de su consumo.