Ricardo de Luis Carballada abre la Escuela de Formación Social 2013

Ricardo comenzó su exposición resaltando la idea de que no somos producto de la casualidad y por eso, nadie puede quitarnos nuestra dignidad. Inmersos en el año de la Fe, esta convocatoria propone como objetivo descubrir de nuevo el valor y la importancia de la fe como presupuesto de muchos de los valores de nuestra vida social. Podemos decir que sin la fe cristiana, y sobre todo sin la vida de Jesucristo, nuestro mundo habría perdido la principal fuente de humanidad.
“La fe sin la caridad no da fruto, y la fe sin la caridad sería un sentimiento constantemente a merced de la duda. La fe y el amor se necesitan mutuamente, de modo que una permite a la otra seguir su camino.” Ricardo señaló que la Fe es una relación de confianza con Dios para dejar que él guie nuestra vida.

Avanzó con la idea de ¿Qué es el ser humano? Siempre los seres humanos nos hemos preguntado por nuestra condición. En nuestra cultura nos remontamos a los griegos, donde el ser humano supone una ruptura: somos seres libres, con capacidad de querer y capacidad de dar sentido a nuestra vida, y sobre todo, porque vivimos en sociedad con otros. Como Dios, vivimos en relación y tenemos capacidad de amar. Con la ciencia va surgiendo una manera de entender al ser humano, donde se explica como una continuidad de las leyes de la naturaleza, pero ahí de nuevo encontramos una ruptura:

“Aquello que tiene precio puede ser sustituido por algo equivalente, en cambio lo que se halla por encima de todo precio, y por tanto no admite nada equivalente, eso tiene una dignidad…” Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres.
Es decir, se trata de poner la felicidad del otro por encima de la nuestra para poder realizarnos en la vida. El precio es la medida variable de un valor, el precio no se corresponde con el valor de algo sino con su disponibilidad. El ser humano no es un medio, es un fin porque su valor no depende de la función que realiza, tenemos una responsabilidad que ejercemos con las relaciones con los demás. Carballada explicó que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, por tanto, la imagen de Dios fundamenta la igualdad entre todos los seres humanos.

La Constitución española dice: “La Dignidad humana es el fundamento de nuestro ordenamiento político y social”. La vida diaria está llena de situaciones prácticas donde no se reconoce la dignidad. La tarea que todos tenemos es pasar del valor formal a llevarlo a la práctica. Cada ser humano es un representante de Dios en el mundo y por tanto, recibe el encargo de recrear el mundo como un hogar; somos interlocutores de Dios, estamos en condiciones de dar una respuesta respecto a nuestro comportamiento con los demás.
Concluyó con la idea de que tenemos que acoger y dar nombre a los que más lo necesitan, que todas las personas encuentren en la Iglesia, ese lugar donde recuperar su dignidad.