Tanto el coordinador como una de las psicólogas del centro para personas con problemas de salud mental intervinieron durante la jornada.
El pasado viernes 10 de marzo, se celebró en el Colegio Arzobispo Fonseca el
“II Encuentro Internacional de Prevención del Suicidio”. Una jornada organizada por la asociación de profesionales Papageno, que ha querido poner en el foco a los colectivos vulnerables para denunciar que el suicidio no es solo un problema de salud pública, sino que también tiene causas sociales.
Cáritas Salamanca tuvo una presencia destacada en el evento, con la asistencia y participación del equipo del Centro de Día de Salud mental Ranquines. Durante el acto de apertura, a cargo del consejero de Sanidad Alejandro Vázquez, el coordinador del centro, José Manuel Lázaro, recordó que “no todas las personas que sufren problemas de salud mental intentan suicidarse y no todas las que intentan suicidarse tienen problemas de salud mental”.
Lázaro destacó que se trata de un problema social: “la desigualdad, la falta de vivienda, la falta de trabajo o la falta de servicios públicos adecuados son factores de riesgo de suicidio”, al tiempo que añadió que “no depende exclusivamente de nuestra gestión emocional, sino de las condiciones materiales en las que estamos inmersos. Por eso es crucial la educación, para mirar críticamente la realidad”.
El coordinador de Ranquines explicó que, en su experiencia asistencial, las personas que con intento de suicido no tienen un perfil muy definido, pero “muchos han vivido la exclusión social, la discriminación, la violencia de género, el acoso… Son personas que no quieren sufrir más”. Por otra parte, “pensar en suicidarse es mucho más común de lo que creemos. Solo fue posible reducir las muertes por VIH, por accidentes de tráfico, con campañas de información. La prevención no se hace en silencio”, concluyó.
Por otra parte, en el segundo simposio dedicado a la «vulnerabilidad, invisibilidad y olvido», la psicóloga general sanitaria del centro Ranquines, Laura Ciudad Aguadero, ofreció una charla centrada en el “Sinhogarismo y la exclusión social”, en la que la profesional explicó la importancia de los espacios preventivos frente a la vulnerabilidad social, y destacó el papel que las entidades sociales deben desempeñar en esta cuestión.
Ranquines es un proyecto cofinanciado por el IRPF de la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Salamanca y fondos propios.