La experta del Área de Incidencia en Acción humanitaria y Derechos Humanos de Cáritas Internationalis, Floriana Polito, ha puesto sobre la mesa esta mañana, en la última sesión del encuentro sobre movilidad humana organizado por Cáritas Española en El Escorial, una pregunta crucial: “¿Cuando se habla de migración segura, para quién es segura? ¿Para el migrante? ¿Para alguien que se mueve? ¿O segura para el Estado?”.
Evitar los vacíos legales en la protección a los migrantes
En una ponencia sobre el tema “Compartiendo el viaje. La movilidad humana, oportunidad para la Esperanza”, Polito ha recordado el papel crucial que va a jugar este año la sociedad civil y las organizaciones sociales con motivo de las negociaciones del Pacto Global de Migración en Nueva York y el Pacto Global de Refugiados en Ginebra.
La experta de Cáritas Internationalis no ha ocultado sus críticas al proceso de negociación. “Los Estados –ha asegurado— tienen la tendencia a mantener los dos Pactos muy separados, pero nuestra posición como sociedad civil es señalar la importancia de que haya una coherencia entre ambos, para que después no haya vacíos en términos de protección de grupos vulnerables. Si no se leen esos dos documentos en paralelo, el riesgo es que haya una deficiencia a la hora de garantizar protección y derechos a los migrantes y refugiados”.
“¿Qué pasa con los migrantes y especialmente migrantes en situación de vulnerabilidad?, se ha preguntado, sobre todo teniendo en cuenta que “los Estados han prometido considerar la inclusión de criterios en el Pacto que hagan referencia a los migrantes en situación de vulnerabilidad”. A este respecto, ha señalado los temas en los que Cáritas está poniendo el foco: menores no acompañados, explotación laboral, retorno voluntario y vías legales alternativas de migración.
Eventos en Nueva York y Ginebra
Floriana Polito compartió con los participantes en el encuentro la agenda de incidencia política que Cáritas Internationalis ha puesto en marcha para llamar la atención sobre esos aspectos y entre los que figuran dos eventos, uno en Nueva York “con líderes religiosos de todas las confesiones para comunicar a los Estados nuestras posiciones y demostrar esa posición ética y moral sobre el tema de migración y refugio, y otro evento ecuménico en Ginebra, aprovechando la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, para intentar incidir en las negociaciones de los Pactos”.
En este Consejo, donde hay una relatoría especial sobre migrantes, el tema de migración está muy presente. Por ello, Cáritas ha pedido a los miembros del Consejo que asuman un liderazgo más activo en los dos Pactos para garantizar la protección de los derechos humanos de los migrantes y refugiados.
“¿Hay una esperanza de que algo cambie?”, se preguntó al final de su ponencia la experta de Cáritas. “No tengo una respuesta clara, pero esperamos que sí, porque es un momento único y tenemos que intentarlo. Las negociaciones empiezan este mismo mes y ya sabemos cuáles los puntos más sensibles de la negociación. Por eso es importante que cada Cáritas nacional haga incidencia también en su propio país”.
Protección de derechos
Un centenar de participantes, entre los que figuran personas inmigrantes acompañadas por Cáritas en sus programas sociales, participan desde el pasado miércoles, en la localidad madrileña de El Escorial, en el encuentro, cuyas sesiones finalizan hoy.
Bajo el lema “Compartiendo el viaje con derechos”, a lo largo de estas jornadas expertos de las Cáritas Diocesanas de todo el país, así como técnicos y voluntarios de los programas, centros y servicios de atención a migrantes, y migrantes participantes en los programas de Cáritas han puesto el foco en la protección de los derechos de las personas migrantes y refugiadas a lo largo de todo el proceso de movilidad (desde los lugares de origen, a las rutas de tránsito y países de destino).
Constataciones del encuentro
A través de los distintos espacios de debate y análisis, los participantes han constatado que la realidad de intenso sufrimiento de muchos migrantes sigue siendo desconocida, tanto para la sociedad como para las propias Cáritas Diocesanas. Es el caso de la situación que afecta a los menores, sobre los que confluyen vulnerabilidad e invisibilidad, o a las mujeres, especialmente expuestas a todas las vulneraciones de derechos.
El acceso a los derechos básicos de los migrantes ha sido otro de los temas debatidos en las jornadas, sobre el que los participantes han destacado, más allá de la dimensión legal, el drama de deshumanización que supone para estas personas la negación de los mismos.
Por ello, se ha defendido un enfoque del acceso a los derechos de las personas en situación de movilidad basado en los principios de igualdad y de universalidad; en la eliminación de las barreras que impiden su acceso; en la defensa del derecho a migrar, pero también a no migrar; en no mirar sólo el papel de las Administraciones, sino también la capacidad que tenemos nosotros mismos a la hora de defender y garantizar esos derechos; y en reconocer el aporte que los migrantes traen consigo, porque también ellos y ellas son protagonistas de experiencias de lucha por los derechos.
Retos de futuro
Junto al análisis de la realidad, los participantes han identificado varios retos de futuro en los que seguir avanzando, como son la de visibilizar el problema y reforzar la movilización social y la incidencia política.
Otros desafíos son los de la educación en la diversidad; la incorporación de la perspectiva de género en las intervenciones de Cáritas; la recuperación del concepto de “pobreza social” desde la perspectiva de que si pierden “ellos” perdemos todos; el estímulo de la participación de las personas acompañadas en los proyectos en su diseño, desarrollo y articulación; y el trabajo por un modelo de migración inspirado en los ejes de la campaña “Comparte el viaje”: la acogida, la protección, la promoción y la integración.