«El problema de las personas sin hogar evidencia el fracaso de nuestro modelo social»

El centro Padre Damián ha albergado esta mañana la rueda de prensa de la campaña por el Día de las Personas Sin Hogar, cuyo lema es ‘Somos personas, tenemos derechos, nadie sin hogar’. El coordinador de este recurso de Cáritas Diocesana de Salamanca, Antonio Villalón, ha señalado cómo, desde Padre Damián, se constata a diario «la dureza supone vivir sin hogar, la erosión que provoca y la pérdida de derechos fundamentales». Algo intolerable, injustificado y evitable, ha afirmado, antes de señalar que este problema «evidencia el fracaso de nuestro modelo social».

«Los derechos humanos y sociales no son regalos, son inherentes al ser humano y deben ser integrales, en todos los días, y para todas las personas, ahí se sitúa la doctrina social de la Iglesia cuando recuerda que no se puede dar por caridad lo que corresponde por justicia», ha añadido.

«En concreto, pedimos a las Administraciones públicas que procedan a reformas estructurales que conlleven la aplicación del derecho humano a una vivienda digna y adecuada para que nadie se vea abocado a vivir en la calle, garantizando el acceso a una vivienda segura y accesible. A la ciudadanía en general que se anime a participar en entidades de su territorio que promuevan los derechos de las personas sin hogar y que se informe desde una mirada sensible, huyendo de sensacionalismos y estigmas», ha concluido el coordinador de Padre Damián, que ha estado acompañado de Ángela Cases, coordinadora a su vez de Espacio Abierto, el otro recurso de Cáritas Diocesana de Salamanca en este ámbito.

En este sentido, se ha incidido especialmente en la idea del proceso de acompañamiento, «el tiempo que sea necesario», hasta que la persona salga de la situación de exclusión. Ese camino comienza, en la mayoría de las ocasiones, por la acogida que se ofrece en la sede de Cáritas Diocesana de Salamanca, en la calle Monroy, y continúa a través de Espacio Abierto y Padre Damián, con el apoyo del resto de recursos de la casa. «No sólo se da un alojamiento y se ofrece comida, sino que esos aspectos se enmarcan en un proceso más amplio, que trabaja con la persona para lograr su recuperación a todos los niveles», ha recalcado Villalón.

Y es que el trabajo de Cáritas Diocesana de Salamanca siempre pone el acento en la idea de los procesos personales y del acompañamiento profesional durante el tiempo que sea preciso para que las personas puedan recobrar su dignidad, la esperanza y su sentido de vida.

En cuanto a los datos, han pasado por el servicio de acogida de atención a personas sin hogar 335 personas con un total de 1406 atenciones. El término personas acogidas hace referencia a las personas acogidas por primera vez. Utilizamos el término ingresos para explicar que hay personas que han venido más de una vez en el año. El 83% son hombres, la mayoría entre 40 y 55 años, el 17% mujeres.

Desde Espacio Abierto se han atendido un total de 258 personas, 206 hombres y 52 mujeres desde enero hasta el momento, con una media de 38 personas al día. En total, se han ofrecido 11.868 comidas, casi el doble que el año pasado, ya que el centro pasó a abrir también durante los fines de semana y festivos.

Testimonio de Narciso Sánchez, residente de Padre Damián:

¿Qué es un hogar? ¿Cuatro paredes? No. Un hogar es algo más. Son raíces, familia, recuerdos y cariño. Muchas personas nos hemos quedado sin nada de esto, unas por falta de trabajo, otras por caer en alguna adicción. Fuera como fuese no tenemos un techo, solo el suelo y con suerte, un centro de acogida. Y digo suerte porque faltan habitaciones, camas, quizá alguna institución más y un compromiso político más eficaz para resolver de una vez por todas este grave problema. Eso se podía conseguir desde la conciencia del resto de ciudadanos, educando y haciendo saber que nosotros no somos parias, apestados o delincuentes, aunque se pueda caer en ello. Pero si algo tenemos porque aún nos queda es esperanza y también fe, en las instituciones y en la sociedad en general, en que arrimen un poco el hombro para enderezar y no tumbar a estos que somos también sus vecinos.