El proyecto de prevención indicada para adolescentes de Cáritas, comenzó el pasado 21 de enero este espacio de apoyo y encuentro que tendrá lugar cada 15 días con un total de 10 sesiones.
La escuela tiene un formato abierto y participativo, donde los temas a trabajar serán propuestos por las propias familias según sus necesidades. Se compartirán inquietudes en un café tertulia, se contará con personas especializadas en los temas que se planteen. A lo largo de las sesiones, lo que se pretende, es que las familias se sientan acompañadas en sus procesos y compartan con otras sus experiencias.
El programa Lazarillo acompaña a jóvenes y sus familias que se encuentran en un proceso de uso o abuso de drogas y en los que confluyen otros factores de riesgo como fracaso escolar, conflictos en la convivencia familiar, problemas judiciales o riesgo de adicción comportamental.
Los objetivos que persigue son reducir la frecuencia del consumo de drogas y mover la abstinencia, acompañar a los adolescentes en su desarrollo evolutivo y ofrecer asesoramiento especializado, todo esto en coordinación con los recursos que trabajan los jóvenes.