El paseo por los belenes de Salamanca, la visita de jóvenes de confirmación o un almuerzo solidario han hecho de estos días una experiencia inolvidable.
Los participantes del Centro de Día de Salud Mental Ranquines, de Cáritas Salamanca, han disfrutado estos días de unas jornadas repletas de actividades navideñas y momentos compartidos.
El pasado 2 de enero, el grupo dio un paseo por el tradicional mercado navideño de la Plaza de Anaya, donde se entretuvieron en los diferentes puestos de productos artesanos, que incluían desde bisutería y orfebrería, hasta alfarería, textil, cerámica, marroquinería, grabado, juguetes o vidrio, además de productos gastronómicos.
A continuación, visitaron los belenes expuestos en el Palacio de la Salina y la Torre de Anaya. Dos obras de arte de gran tamaño en los que pudieron apreciar el mimo y el cuidado al detalle de cada una de las recreaciones de las escenas, personajes y paisajes. Una actividad que les permitió conectarse con el ambiente festivo de la ciudad y vivir de cerca la magia de la Navidad.
La celebración continuó al día siguiente con una anticipada fiesta de Reyes Magos en las instalaciones del Centro Ranquines, en el centro de espiritualidad de los Padres Paúles. El evento estuvo protagonizado por un original “desfile de las Reinas Magas” y la entrega de regalos, cortesía del grupo Emaús Mujeres y Hombres Salamanca, quienes se encargaron de aportar ilusión y detalles para los participantes.
La jornada contó también con la presencia especial de Juan Pedro Melgar, delegado episcopal de Cáritas Salamanca y párroco de Nuestra Señora de Fátima, quien estuvo acompañado por un grupo de jóvenes que se preparan para la confirmación. Los jóvenes aprovecharon la ocasión para conocer el proyecto Ranquines y compartir la mañana con los asistentes, fomentando un espacio de encuentro e inclusión.
El momento culminante de la celebración llegó a la hora del almuerzo, con un menú extraordinario donado por el Restaurante Martinika, que deleitó a los participantes con una experiencia gastronómica inolvidable. El menú incluyó croquetas de chipirones con alioli de ajo y perejil, canelones de pollo y cerdo con bechamel trufada, solomillo de cerdo con puré de patata y salsa de castaña, y una exquisita tarta de queso como broche final.
Cáritas Salamanca agradece tanto al grupo Emaús como al Restaurante Martinika por hacer posible un día lleno de ilusión, alegría y esperanza para las personas que forman parte del proyecto Ranquines. Gracias a estas iniciativas solidarias, los participantes vivieron una Navidad que no olvidarán, recordándoles que no están solos y que cuentan con el apoyo de una comunidad comprometida con su bienestar.
Un proyecto cofinanciado por el IRPF de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Salamanca, junto con fondos propios.