Destacan el Proyecto Encuentro con niños en situación de riesgo y el trabajo en materia de agroecología con comunidades indígenas
El pasado 6 de julio anunciábamos la partida del grupo de 10 voluntarios de Cáritas castellano leonesas a Puyo, en la región amazónica de Ecuador. Un nuevo proyecto de voluntariado internacional en el que participan dos educadoras sociales y voluntarias de Cáritas Salamanca; las compañeras Alicia y Celia.
A lo largo del mes de julio, estos jóvenes de entre 20 y 30 años están participando en diferentes actividades, como el campamento urbano del Proyecto Encuentro organizado por el Vicariato. Un proyecto dirigido a niños y jóvenes indígenas en situación de riesgo que han sufrido maltrato, o que debido a la crisis trabajan en la calle y muchas veces son víctimas de prostitución, conflictos armados o tráfico de drogas. Gracias a esta iniciativa, los chicos aprenden en la escuela, se les ofrece un hogar (que incluye alimentación y trabajo social) y se les motiva para que participen en talleres ocupacionales de carpintería, costura y mecánica para aprender un oficio.
Otra actividad consiste en las visitas al parque natural “La Misión” de Canelos, en plena selva amazónica. De acuerdo con uno de los coordinadores: “A los wambras (apodo cariñoso que se usa para referirse a niños y jóvenes) les ha impactado mucho la labor que la Cáritas de acá hace con la agroecología”. Es otro de los puntos fuertes en el trabajo con las comunidades indígenas, con las que han aprendido el funcionamiento de los ecosistemas tropicales, el cultivo de plantas medicinales, el cuidado de parcelas agroforestales y la piscicultura nativa.
La estancia en Puyo incluye también salidas a otras zonas selváticas de la región, para las que el equipo se ha dividido en dos grupos: uno ha viajado hasta la localidad de Sarayaku al encuentro de comunidades kichwas; mientras, el otro ha partido al encuentro de las comunidades Chorreras y Wamahurco. Ambos describen “muchas emociones encontradas, por el viaje en canoa, por el contacto con las comunidades, por el encuentro con las personas”. Allí se han manchado de barro y se han empapado en la selva, experiencias que describen como “empaparse de vida”.
En sus propias palabras: “Por las noches, cuando podemos y estamos todos, subimos a la azotea de la misión, recogemos las velas del barco, ponemos en común cómo van yendo los días, cómo nos vamos sintiendo, y se lo presentamos a Diosito, al Dios que se hace pequeño entre los más pequeños en esta inmensidad que es la Amazonía”.
Posteriormente, ambos grupos han vuelto unirse en Puyo, en un reencuentro emotivo de abrazos e intercambio de experiencias que ha enriquecido aún más su viaje. De vuelta en la comunidad, han pasado a realizar labores de repintado de fachadas, excursiones a pie y en canoa, y bailes con los locales, entre otras actividades, siempre con una sonrisa y con la mejor voluntad de volcarse por los demás.
Finalmente, dedican sus últimos días en el país a colaborar con las Cáritas del Vicariato de Puyo, tomando contacto con miembros de Cáritas Ecuador vinculados a la Red Eclesial Panamazónica. En ese sentido, el lunes 18 viajaron todos hasta Tarqui para realizar actividades con los niños y jóvenes de la zona, y aprender sobre las obras sociales del vicariato en la zona, incluyendo una visita al albergue para personas sin hogar. Un trabajo que siguen compaginando con otras actividades, como “amazonizar” con otras salidas o dedicarles un pequeño concierto a los locales, para su disfrute.
La próxima semana será la última de este intenso viaje a tierras ecuatorianas, antes de regresar a España para compartir sus experiencias en colegios, institutos o parroquias, con el objetivo de sensibilizar y tomar conciencia del trabajo de Cáritas en la región.
Colabora
Cáritas Diocesana de Salamanca
Grupo Undanet