Este martes incluyeron un taller de galletas, bingo y un photocall navideño.
Estos días de fin de año, el Centro de Día Ranquines para personas con trastorno mental está más activo que nunca, con una cascada de actividades especialmente pensadas para que los usuarios del centro se diviertan al tiempo que fortalecen sus lazos personales, reforzando ese sentimiento de familia que se respira en las instalaciones.
El martes comenzó con un taller de repostería, consistente en elaborar galletas navideñas. Los participantes, debidamente protegidos con guantes y asesorados por los profesionales del centro, aprendieron a hacer masa de galleta, darle distintas formas con moldes temáticos (incluyendo estrellas, hombres de jengibre, corazones o abetos, entre otros) y decorarla con pepitas de chocolate. Toda una experiencia creativa y sabrosa, que forma parte de los talleres de cocina que tienen a lo largo del año.
Le siguió una sesión de bingo en la sala común, un clásico con el que no solo se entretuvieron, si no que incluyó varios premios para los ganadores, desde embutido hasta una carcasa de móvil.
Por último, la jornada cerró con un photocall de temática navideña. Los compañeros se adornaron para la sesión de fotos con gorros de papa Noel, cuernos de reno e incluso la famosa nariz de Rodolfo, complementada con una enorme caja regalo y una estrella navideña confeccionada por ellos mismos en su taller de manualidades. Un bonito recuerdo de estas fechas, en las que la hermandad y la ilusión están más vivas que nunca en Ranquines.