José Luis Segovia clausura la Escuela de Formación Social

Hoy finaliza el ciclo de conferencias ‘Fratelli Tutti: guía para soñar un mundo nuevo’ con una lectura teológica y social de la encíclica.  

Tras una semana analizando la encíclica del Papa desde diferentes ámbitos, concluimos con la lectura teológica y social de la mano de José Luis Segovia, vicario episcopal de pastoral social e innovación en la archidiócesis de Madrid. Además es profesor de Teología Pastoral Social en el Instituto Superior de Pastoral de la Universidad Pontificia y miembro del patronato de la fundación FOESSA. Carmen Calzada, directora de Cáritas Diocesana de Salamanca ha introducido la sesión presentado a José Luis y explicando el objetivo de la misma: “Discernir cual está siendo la llamada que Dios nos hace a través de los cautivos del hoy de la historia. Muchos de los que estamos hoy. El reino de Dios es una humilde colaboración a algo que el buen Dios construye mejor que nosotros.” Calzada ha definido fraternidad como la unión de las obras y palabras, “es hacernos más conscientes de que hoy el simple testimonio no basta”, afirmó. 

José Luis Segovia ha comenzado su análisis de la encíclica hablando de la teología pastoral, definiéndola como una partida de la realidad y con una mirada con la pupila de Dios. “Fratelli Tuti es descubrir que el mundo es un sueño de Dios. Es una invitación profunda y radical a la esperanza. Vivimos en un mundo cerrado, oscuro… la encíclica parte en los primeros capítulos de una lectura creyente de la realidad como lugar de Dios, que nos interpela y nos cuestiona. El mundo es lugar para la experiencia de Dios.“ Aparece la injusticia, la economía que mata, el cierre de fronteras; identidades de pugna y no de encuentro… Así lo dice el Papa. Segovia nos ha invitado a lo largo de la conferencia a abrir nuestros brazos al OTRO: “el OTRO cuanto más otro sea, cuanto más diferente… más me permite el acceso al TOTALMENTE OTRO. EL pluralismo es riqueza, no problema; la OTREIDAD. La diferencia posibilita el acceso a la experiencia de DIOS. La teología ha hecho grandes elucubraciones, Cristologías descendentes y ascendentes; pero ha faltado más sobre el Espíritu Santo, que garantiza la diversidad y permite el diálogo. Elemento integrador y de comunión. Hace de puente entre identidades cerradas y corazones abiertos.“ 

En el capítulo II desarrolla el método clásico: ver – juzgar actuar. Juzgar desde nuestra tradición y la palabra de Dios. Con la parábola universal del Buen Samaritano. “Los seres humanos estamos llamados a ser samaritanos, y cuando no nos abrimos a la OTREIDAD, -somos buscadores- nos estamos alejando de Dios: ¿Acaso soy guardián de mi hermano? Todos somos responsables de todos.” José Luis Segovia afirmaba que la Iglesia debe ser garante de los derechos humanos ajenos, incluso a costa de poner en riesgo los propios. El Papa Francisco nos habla de dos sentimientos que humanizan y dignifican: compasión e indignación. El primero nos permite ponernos en el lugar del otro, nos interpela el sufrimiento del resto sobre todo cuando vemos que es sufrimiento evitable y el segundo, indignación nos invita a bajar de nuestra serenidad para alterarnos por el sufrimiento humano.  

La tercera parte es propositiva: “Es necesario pensar, teorizar… y luego la invitación a la acción. Para eso se necesitan datos, es necesario un análisis de la realidad, hay que buscar equilibrio.” Afirma Segovia. En este apartado se habla de libertades: “Ser libre no es hacer lo que quieras; ¿y las libertades de los demás? La libertad frente a la coacción -individualista- y la libertad frente a la miseria.“ 

El Capítulo IV está dedicado al corazón abierto al mundo entero. Donde aparece el hecho migratorio, la Doctrina Social de la Iglesia: “el primer derecho es no tener que desplazarse; ahora, si hay que migrar forzadamente, se migra con derechos; y en tercer lugar está la integración intercultural. El otro no es el problema; es solución. Es riqueza.”  

El capítulo V: La mejor política. La gran apuesta del Magisterio de la Iglesia, la sociedad civil. “La sociedad civil, PUEBLO; no es mero consumidor. El sujeto PUEBLO que tiene que ser oído en ámbitos nacionales e internacionales.“ Segovia nos ha invitado a construir puentes.  

Y termina el capítulo VI con la invitación a recuperar la amabilidad. “Nos viene bien a todos. La paciencia, templanza… Siempre me gustaron las virtudes chiquitas. Necesitamos ARTESANÍA DE LA PAZ. Recuerdo la Pacem in terris, nº 127 de Juan XXIII, incluso una guerra defensiva es absolutamente irracional. Pues en Fratelli Tutti se rescata. NUNCA MÁS LA GUERRA. No hay justificación, es negación de la FRATERNIDAD” incluye un giro a toda la tradición.“ 

Finalmente, el último capítulo nos habla del papel de las religiones al servicio de esta cultura universal. “Las religiones pueden vivir enfrentadas, han de servir para la paz; no para la guerra.“ 

Rosa Hernández, responsable de formación y voluntariado ha destacado algunas de las ideas fuerzas trabajadas a lo largo de la semana: “A modo de cierre hacemos este repaso del recorrido hecho estos días.  En la primera sesión Sebas nos hacía una invitación a conjugar estos cuatro verbos: desvelar, vincular, participar y recrear. Nos animaba a ser poetas sociales. En la segunda sesión José Laguna destacaba el concepto de Ciudadanía, frente a una sociedad autosuficiente es necesario incorporar el cuidado lento y la fragilidad compartida. Fernando Vidal nos invitaba a volver a habitar la calle, a ser creativos xa transformar la realidad, de crear espacios significativos, recuperando el barrio como unidad de vida. Y en la última sesión José Luis Segovia nos urgía a conjugar la Otreidad, desde la clave de que todos somos responsables de todos. Y nos invitaba a hacernos próximos y prójimos con los demás.”

Concluye así la 36º edición de la Escuela de Formación Social de Cáritas, donde hemos soñado un mundo nuevo y nos ha iluminado nuestra labor en la construcción de un mundo más justo y fraterno.