Aplaudir a los emigrantes, bajo este título nos invita a aplaudir a quienes se desviven por dar vida a otros, dice Pinilla: “Mis pulsos dejan de ser sólo míos, bombeando vida a quien la está exponiendo para salvar a alguien. Nuestro aplauso anónimo y plural, más a lo hondo, es un aplauso a todos nosotros cuando nos atrevemos a vivir en plural. Cuando hacemos verdad el verso de “o todos o ninguno, uno sólo no puede salvarse”. O todos en su diversidad enriquecedora o ninguno. Las tentaciones xenófobas y racistas pueden hacer más daño del imaginado. Y las devoluciones sumarias o expulsiones sibilinas, recortes, ERTES y demás zarandajas construirán una nueva (o antigua¡) normalidad donde los descartados pagarán el pato. Como siempre. Y harán que muchos empobrecidos (emigrantes por ejemplo) no tendrán ni el mínimo vital para sobrevivir a pesar de los intentos del Papa y de tantas entidades eclesiales. Recojamos las propuestas de Cáritas desde ya para los emigrantes. Y que la postpandemia nos coja “confesados” y con las tareas preparadas para tanto emigrante y refugiado y para otros muchos de la variada movilidad humana . Pues muchos ni han podido quedase en casa (ni la de aquí ni la de su país), ni han podido cumplir con las normas de distanciamiento o higiénicas cuando ni siguiera el jabón o el agua llegaba a sus casas: Que se lo pregunten si acaso a los temporeros de los campos agrícolas de Huelva o Almeria, que tuve la ocasión de visitar ( y de llorar a cántaros) al ver en algún caso, solo chabolas de plástico y un grifo de agua para 3.000 personas.”
José Luis Pinilla, sj. Director del Secretariado de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española nos trae una nueva vitamina para resistir.
José Luis Pinilla, sj. Director del Secretariado de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española nos trae una nueva vitamina para resistir.
17 mayo, 2020