Un intenso trabajo de dos años, cinco meses y 20 días que ha visto, al fin, su primer fruto: la inauguración del centro de día para personas con problemas de salud mental ‘Ranquines’, proyecto de la Iglesia de Salamanca surgido de la Asamblea Diocesana. El acto ha tenido lugar en los Padres Paúles de Santa Marta de Tormes, complejo en el que se asienta este centro de día.
Francisco Berbegal, misionero Paúl y coordinador del nuevo centro, abrió el acto recordando ese intenso tiempo de trabajo, de “discernimiento y búsqueda común, de aunar esfuerzos e inquietudes, aprendizajes y de intentar dar una respuesta sincera, adecuada profesional y lo más cercana y humana posible para las necesidades de las personas en situación de más vulnerabilidad”.
Berbegal pidió la colaboración de todos los presentes para “seguir aprendiendo, aunando esfuerzos, tejiendo redes, construyendo juntos, junto aquellos que quieren hacer de este mundo un lugar mejor, poniendo en el centro a las personas, sin discriminaciones para que los derechos de todos se hagan efectivos. Esperamos de todo corazón encontrarlos por este camino”.
El obispo de la Diócesis, monseñor Carlos López, manifestó su “alegría y satisfacción profunda” por la inauguración de un centro que es en sí mismo “realización”, dijo, de uno de los sueños de la Asamblea Diocesana. “El proyecto Ranquines va a quedar como signo de la nueva actitud misionera de la Iglesia diocesana de Salamanca que ha tenido durante estos años del proceso de la Asamblea la preocupación continua de intensificar su mirada en una doble dirección. En primer lugar a Cristo el Señor y en segundo lugar a los pobres. Dos miradas que concluyen en una porque en Cristo están los pobres y los pobres están en Cristo. Cuando con la mirada de la fe nos acercamos al pobre, nos estamos acercando al Señor”, expresó el prelado, quien también mostró su satisfacción por la colaboración de varias instituciones eclesiales en este proyecto, en especial la de los Padres Paúles, ya que, dijo, el espíritu de la Asamblea Diocesana está en plena consonancia con los aspectos fundamentales de la espiritualidad de San Vicente de Paúl, en cuyo honor el centro lleva el nombre de Ranquines. Bajo la intercesión de este santo puso don Carlos al nuevo centro, en el día en el que se cumplen, además, 400 años del nacimiento del carisma vicenciano de servicio a los pobres.
En representación, precisamente, de los Misioneros Paúles intervino Jesús María González Antón, visitador de la nueva Provincia de la Congregación de la Misión San Vicente de Paúl-España. «Los Misioneros Paúles nos habíamos atrevido a soñar con la creación de esta obra social como respuesta a las necesidades de las personas más vulnerables”, afirmó. Un sueño que quería cumplir, añadió, los objetivos que se marcó la congregación en su última asamblea provincial: “estar atentos a la realidad y trabajar en la defensa y promoción de los más abandonados implicándose más con Cáritas Diocesana y los servicios de las parroquias”. Algo que se ha hecho realidad, aseguró el visitador vicenciano, con Ranquines. “Es para estar satisfechos y ponernos manos a la obra para que este no sea el último proyecto que inauguramos”.
Por su parte, en representación del resto de instituciones religiosas implicadas en el proyecto (Esclavas del Sagrado Corazón, parroquia de El Milagro de San José, Hermanas de la Consolacion, Hijas de Jesús y Sagrados Corazones) intervino Nuria Arias, provincial de las hermanas de los Sagrados Corazones. “Somos muy distintos y variados pero a todos nos une Jesús y nos une la caridad. Eso ha hecho posible que seamos un ejemplo de comunión eclesial que nace con el deseo de buscar el entendimiento también con otras instituciones porque los que luchamos por el bien del más pobre, los que deseamos que vaya adelante tenemos que tendernos y luchar juntos”, expresó, no sin antes valorar el trabajo de Cáritas, entidad que, dijo, “siempre ha estado con las personas, siempre las ha puesto en el centro y ha sido ejemplo de llevarlas en el corazón”. De ahí que, aseguró, Ranquines sea un “buen complemento” para lo que hace Cáritas Salamanca. “Nuestras institución de Iglesia deben estar muy agradecidas y activas e ilusionadas en esta participación. Seguir impulsándonos a compartir lo que somos y tenemos porque hacer el bien hace bien y nos hace bien”, concluyó.
Por último, el alcalde de Santa Marta de Tormes, David Mingo, recordó la vinculación de la Casa de los Paúles con el municipio desde su construcción en los años 50, y como la presencia de la congregación en Santa Marta dio trabajo y sustento a muchos de los habitantes de esta localidad en épocas muy diferentes a la actual. Mingo manifestó su intención de mantener esta vinculación con diferentes proyectos en común a desarrollar en el futuro.
Tras las intervenciones, el obispo bendijo las instalaciones del centro que pudieron ser contempladas por los asistentes en una visita guiada por Francisco Berbegal. El Centro de Día de Salud Mental comenzará su actividad inmediatamente. De hecho, se acompaña ya a una decena de personas con esta problemática que viven en la calle y a los que se quiere atraer a los cuidados y ayuda que ofrecerá Ranquines.