Cáritas y la Coordinadora Estatal de Comercio Justo lanzan una invitación a consumir de forma responsable y solidaria.
Cáritas secunda la invitación que la Coordinadora Estatal de Comercio Justo —de la que forma parte— lanza a toda la ciudadanía a conciliar los valores de una auténtica celebración de la Navidad con un consumo responsable y solidario, en una fechas caracterizadas por la vorágine consumista y unos excesos que tienen consecuencias directas en los derechos de muchas personas y en el cuidado del medioambiente.
Un buen ejemplo de esta propuesta alternativa de consumo es la que impulsa Cáritas Albacete y su tienda Romero Comercio Justo –miembros de la Red Interdiocesana de Comercio Justo de Cáritas en España— con el lema “Esta Navidad, regala lo Justo”, que ponen el acento en la importancia de conocer quiénes elaboran los artículos que compramos y en qué condiciones se producen.
Tanto Cáritas como la Coordinadora de Comercio Justo recomiendan optar por alternativas que garanticen los derechos humanos y la protección del medio ambiente. Al adquirir productos de comercio justo, el consumidor tiene garantías de que los artículos que compra han sido producidos en condiciones de igualdad o sin dañar el entorno natural. Con pequeños gestos al alcance de todos, como consumidores, es posible dignificar el trabajo y las vidas en las comunidades productoras del Sur, además de apoyar el cumplimiento de objetivos globales, como erradicar la pobreza y contribuir a un mundo más justo.
El consumo responsable, además, es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, que incide en la necesidad del consumo y la producción sostenibles, que consiste en “fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía (…) y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales”.
Datos
Los datos también avalan la necesidad de un consumo responsable. Como señala la Coordinadora de Comercio Justo, el sector de la alimentación representa alrededor del 30% del consumo total de energía en el mundo y genera el 22% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por otro lado, la alta demanda de consumo incide aún más en la explotación laboral que sufren millones de personas y de unas condiciones que, en determinados sectores, son cercanas a la esclavitud.
La Organización Internacional del Trabajo calcula que unos 25 millones de personas están en condiciones de trabajo forzoso, gran parte de ellas en la agricultura. En este sector es donde, además, se concentra el 70% de la explotación laboral infantil que afecta a 152 millones de menores.
Condiciones laborales seguras
Frente al frenético ritmo de compra de estas fechas, los productos de comercio justo aportan un importante valor añadido al consumidor, si se tiene en cuenta, como indican los responsables de Romero Comercio Justo de Albacete, que “además de recibir un salario digno e igualitario entre sus trabajadores y trabajadoras, estas personas desarrollan su actividad en condiciones laborales seguras y los procesos de elaboración son respetuosos con el medio ambiente, siguiendo siempre los principios de la agricultura ecológica”.
“Asimismo, en su fabricación no han sido explotados niños o niñas. Por este motivo, proponemos un consumo diferente y animamos a la ciudadanía a hacer regalos que ayuden a crear oportunidades reales para que productores y productoras puedan salir de la pobreza”, añaden.