Inauguramos nuestro Espacio Verde de 2025 con una reflexión de la voluntaria Carmen Sanchis sobre la ecología integral, recordándonos que no podemos abordar los problemas ambientales sin pensar en sus implicaciones sociales y económicas. Así, cuidar de la Tierra implica también cuidar de quienes más sufren su deterioro. Porque todo está conectado, y cada acción, por pequeña que sea, contribuye al cambio.
“En un contexto global marcado por crisis ambientales y desigualdades sociales, la necesidad de un cambio profundo en nuestra relación con el planeta es más urgente que nunca. El Papa Francisco, a través de la encíclica Laudato Si’, nos invita a reflexionar sobre la ecología integral, un enfoque que reconoce la interconexión entre el ser humano, la naturaleza y la justicia social. Esta visión nos recuerda que no podemos abordar los problemas ambientales sin considerar sus implicaciones sociales y económicas. Así, cuidar de la Tierra implica también cuidar de quienes más sufren las consecuencias de su deterioro.
En un mundo donde los ecos de la crisis socioambiental se escuchan con fuerza, el Papa Francisco nos ofrece una reflexión profunda en el Laudato Si, donde nos propone un concepto transformador para enfrentar este desafío: la ecología integral. Entendiendo que hay una interconexión entre el ser humano, la naturaleza, los problemas sociales y los ambientales. No son fenómenos aislados, sino caras de una misma moneda. En sus propias palabras, “todo está conectado”. Por ello, cuidar de la Tierra conlleva responsabilidades que no solo implican cuidar del medio ambiente, sino también de los más vulnerables.
La ecología integral es un enfoque que mira al planeta desde una perspectiva de interdependencia. Nos invita a reconocer que los problemas medioambientales como la deforestación, la contaminación o el cambio climático no solo afectan a los ecosistemas, sino que están ligados a cuestiones sociales como la pobreza, la desigualdad y la exclusión. Según el Papa Francisco, la crisis ambiental que vivimos no puede ser resuelta sin abordar las injusticias sociales que afectan a millones de personas.
¿Qué podemos hacer en un entorno que percibimos tan complejo? Muchas veces podemos sentir que nuestras acciones son apenas un grano de arena frente al océano. Sin embargo, cada acción individual y colectiva cuenta. La suma de voluntades es fundamental para generar el cambio necesario. Por ejemplo, Cáritas, a través de su campaña “Juntos. Actuemos hoy por un mañana mejor”, nos invita a tomar responsabilidad y actuar. Una campaña que tendrá continuidad este 2025 para seguir llamando a las comunidades a arrimar el hombro.
Siempre podemos hacer algo. Aquí comparto algunas acciones que podemos realizar desde la vida cotidiana. Una muy fácil y determinante es la de revisar los hábitos de consumo, dándole una segunda vida a las cosas que ya tenemos. Recordemos que reducir, reutilizar y reciclar son tres principios fundamentales para disminuir nuestra huella ecológica. También el preferir los productos locales y sostenibles marca una gran diferencia en la reducción de la contaminación.
Sabemos que el agua es esencial para la vida, por lo que reducir su consumo, adoptar tecnologías que favorezcan el ahorro y cuidar nuestras fuentes de agua son tareas urgentes. Además, plantar árboles y cuidar de las áreas verdes contribuye con la regeneración de nuestros ecosistemas.
La promoción de la educación ambiental sigue siendo una gran idea; el cambio de mentalidad es crucial y juntando el poder de nuestras voces, podemos contribuir con el fomento de una cultura ecológica comprometida con los cuidados de nuestro entorno. El organizar talleres en nuestras comunidades, escuelas y lugares de trabajo es una buena opción para saber más acerca de cómo cuidarnos. Sin olvidar que los proyectos como limpiezas de ríos, campañas de reforestación o actividades de compostaje no solo ayudan al medio ambiente, sino que también fortalecen el tejido social y fomentan la solidaridad entre los más pequeños y los mayores. Padres, hijos, abuelos y amigos pueden darse cita para hacer algo bueno, dándole la mano al planeta.
El camino hacia un futuro más justo y sostenible no será fácil, como dice el Papa Francisco, quien nos recuerda que “todavía estamos a tiempo de cambiar el rumbo”. La ecología integral nos ofrece una visión esperanzadora, al subrayar que el cambio comienza con pequeños gestos de cuidado hacia la Casa Común. Así, cada acción cuenta, cada gesto importa, y con un esfuerzo conjunto podemos construir un futuro en el que la humanidad y el planeta coexistan en equilibrio.”