En el espacio verde de marzo, nuestra voluntaria Carmen Sanchís nos explica qué es la banca ética y nos pone como ejemplo el caso de Fiare, una institución dedicada promocionar una economía social y solidaria, bajo los principios de la transparencia, participación y democracia.
“El sistema financiero global es una red de alcance inimaginable para un ciudadano que atiende a las cosas de la vida cotidiana, tiene un horario, compromisos laborales y rutinas diarias que lo distraen de actividades importantes. El seguimiento de la gestión de una institución como el banco de toda la vida, es a día de hoy, una actividad necesaria. Sabemos que, en el banco, nuestro dinero está seguro, pero ello no quiere decir que el planeta estará más a salvo.
Las personas solemos ser sensibles a temas como la contaminación, el cambio climático o el alto costo de la vida, sin percatarnos de que algunas instituciones financieras en las que hemos confiado ciegamente nuestros ahorros, dedican parte de su gestión a la promoción de empresas que van en un sentido contrario a nuestros valores. Por ejemplo: una persona defensora de la naturaleza, de los derechos humanos o de la paz no se imagina que su dinero, junto al de otros, pudiera servir para la financiación de empresas armamentistas, al desarrollo de energías contaminantes o a la explotación laboral infantil.
Nuestro compromiso con la casa común supone que, siendo ciudadanos, hay que trabajar de tal forma que se sumen esfuerzos por un mundo mejor. Siendo clientes de los bancos, debemos tomar conciencia del alcance que pueden tener nuestras voces y cuánto podemos hacer unidos en favor del crecimiento de una banca ética.
Quizás resulte poco familiar el término de banca ética, pero cuando se habla de ello, se hace referencia a una banca conformada por un conjunto de entidades financieras cuyas acciones no están regidas exclusivamente por el criterio del máximo beneficio. También se toman en consideración otros objetivos vinculados con las comunidades, las personas o el medio ambiente en el contexto de una economía social y solidaria.
Este tipo de organizaciones surgieron en el marco del movimiento antibelicista de los años sesenta en los Estados Unidos y norte de Europa. En España aparecieron en la década de los noventa, como es el caso de Fiare Banca Ética; una entidad bancaria cooperativa de finanzas éticas, nacida de la iniciativa de Italia y España, a través de dos instituciones bancarias, Banca Popolare Etica y Fundación Fiare.
Como institución bancaria innovadora, Fiare Banca Ética gestiona sus operaciones desde los principios de las finanzas éticas de “transparencia, cooperación, derecho de acceso al crédito, eficiencia y atención a las consecuencias no económicas que tienen las acciones económicas”. Se mueve sobre parámetros distintos a los de la banca orientada solo por el lucro. Las finanzas éticas dan un sustento propio a la actividad y la operación termina enmarcándose en siete postulados que dan una idea general de cómo actúa en el entorno económico.
Los objetivos tienen que estar encaminados hacia el logro de proyectos empresariales respetuosos del medio ambiente, de los derechos humanos, de lo socialmente inclusivo, de la comunidad. Frente a la actividad especulativa, la elección de las finanzas éticas está afincada en la economía real. Se acogen a un enfoque holístico o sistémico, en el cual se evalúa la dimensión e impacto de lo ambiental y social.
Se decantan por un modelo de gobernanza transparente y participativo, dando valor a muchos aspectos de tipo ambiental, social y de gobernanza de los proyectos que financian con crédito e inversiones, interesándose también por las interrelaciones organizacionales que pudieran ser fuente de contradicciones. En las finanzas éticas se apuesta por la defensa de los derechos, por el surgimiento de un pensamiento crítico frente a lo económico y por una gestión comprometida.
La iniciativa de Fiare Banca Ética es una acción concreta que se hace más consistente según gana la confianza de los ciudadanos y de la comunidad en el tiempo. No es la única, pero, sin duda, el apoyo estimula el surgimiento de más propuestas solidarias con la vida en el planeta.”
Carmen Sanchis.