Desde hoy y hasta el próximo domingo, 11 de junio, festividad del Corpus Christi, las Cáritas de toda España celebran como cada año la Semana de Caridad. A lo largo de estos días, cada Cáritas tiene una cita con la transparencia y la rendición de cuentas sobre el trabajo desarrollado a lo largo del año en sus respectivas diócesis y parroquias, que va acompañada de colectas y acciones de captación de recursos, y las celebraciones litúrgicas.
Bajo el lema “Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad. Somos esperanza”, la Confederación Cáritas convoca este año el Día de Caridad con un mensaje que busca ser una invitación “a abrir los ojos”, a dejarse “mirar y tocar por la ternura de Dios” para conseguir “el milagro de contagiar vida y oportunidad”. Con esa llamada, Cáritas propone tomar parte en la vida social para abrir la mente, reenfocar la mirada y ver juntos esa otra realidad del mundo de la que formamos parte: la de tantas personas que no pueden acceder a los mismos derechos, de quienes están en desventaja social y que viven en la tristeza, la soledad y la pobreza.
De ahí el objetivo de la campaña de este año de arrojar luz sobre la verdadera dimensión de esa realidad de los descartados en la que los miles de voluntarios y trabajadores de Cáritas están presentes cada día. Son muchas las personas y familias que se van quedando sin sueños y sin expectativas, que transitan por calles y barrios de forma anónima, aunque cada una de ellas tiene nombre e historia, alma y anhelos.
Estas son algunas de las cifras de esa realidad de descarte y exclusión sobre las que Cáritas pone el foco con motivo del Día de Caridad:
- 1 de cada 4 personas en España está en situación de exclusión: unos 11 millones de personas.
- Un 17% de la población tiene un gasto excesivo en vivienda.
- 1 de cada 3 personas sufren los efectos de la brecha digital.
- 1 de cada 3 personas en España no tiene ingresos suficientes para vivir dignamente. De estos, un 46% recortan en alimentación, un 63% en suministros y un 56% en Internet y teléfono. Un 7% de la población española no tiene ningún ingreso.
Comunicar esperanza
En medio de una realidad compleja y dolorosa, Cáritas apuesta por “comunicar esperanza desde el amor cristiano que da sentido a nuestra misión, para que todas las personas vean que es la fuerza del amor la que todo lo cambia y lo transforma”. Como se señala en la guía de la campaña de este año, “celebrar el Día de Caridad es participar en el banquete del Reino, comulgar con los valores de Jesús y su estilo de vida, hacernos pan y vino con Él para dar vida en abundancia, entregarla por amor, y hacernos prójimos, hermanos y hermanas cercanas, especialmente, de los que más sufren”.
En palabras de Eva San Martín, coordinadora de la campaña de Caridad de Cáritas, “queremos animar y despertar la solidaridad y la compasión que vive en cada persona para que nos impliquemos, y nos comprometamos con un estilo de vida que transforme nuestro modelo de convivencia, y lo haga más justo, solidario y fraterno”.
Mensaje de los obispos
En su habitual mensaje con motivo del Día de Caridad, los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social subrayan los objetivos de la campaña de Cáritas con una invitación “a todos los cristianos, y de manera especial a cuantos trabajáis en la acción caritativa y social, a abrir los ojos al sufrimiento de nuestros hermanos más pobres, a escuchar sus clamores y a dejarse tocar el corazón para ser oportunidad y esperanza para todos ellos”.
Los miembros de la Subcomisión no ocultan su preocupación por “la situación de las personas y familias afectadas por la crisis”. “Vivimos –afirman— tiempos de crisis acumuladas. Tras la pandemia provocada por el Covid-19, vino la guerra de Ucrania, el aumento de la movilidad humana, la evolución del coste energético y la inflación… Esta situación, tanto en el ámbito local como mundial, ha acrecentado la pobreza y la desigualdad y ha alimentado la desesperanza”.
Alertan, también, sobre los riesgos que suponen “la desvinculación social creciente en nuestro entorno” y “una sociedad fuertemente ideologizada, que lleva a polarizaciones y tensiones en los ámbitos de la economía, de la política, de la cultura, incluso de la religión”.
Ante esta realidad, los obispos subrayan que “la Eucaristía, sacramento del Encuentro, nos capacita para nuevos tipos de relaciones sociales y nos abre al diálogo inclusivo”, y nos da las claves para “ser oportunidad y ser esperanza”.
“Hacer caridad –dice el mensaje— significa tener la valentía de mirar a los ojos. Desde esta clave estamos convencidos de que tú tienes mucho que ver en las oportunidades que otras personas pueden tener. Lo que tú hagas, como tú te sitúes en el mundo y ante los otros, puede abrir puertas, dar vida, aliviar la soledad, sanar el alma, hacer que otros y otras sientan que la vida brota nueva en ellas”. En definitiva, “nuestra tarea no consiste solamente en cubrir las necesidades de los otros, sino en descubrir sus posibilidades para abrir caminos de esperanza”.