Un programa de intervención psicoeducativa con personas mayores une generaciones en la Parroquia San Mateo y Milagro de San José, promoviendo el bienestar y la inclusión social.
Durante los meses de octubre a diciembre, el grupo de estudiante de la asignatura Psicogerontología de la Facultad de Psicología con su profesora Ana Belén Navarro Prados y en colaboración con el Programa de Acercamiento Intergeneracional del Servicio de Asuntos Sociales de la Universidad de Salamanca, han desarrollado un programa de Aprendizaje y Servicio denominado “Entreno la Mente y las Emociones” con los grupos de personas mayores de las parroquias San Mateo y Milagro de San José.
Este programa tiene como objetivos, estimular capacidades cognitivas, entrenar habilidades emocionales y crear espacios de encuentro intergeneracionales en los que personas mayores y estudiantes universitarios compartan conocimientos y experiencias.
Este proyecto se realiza con la colaboración con Cáritas Diocesana de Salamanca y se enmarca dentro del programa ‘Envejecemos en Común’, desarrollado por esta entidad y financiado por el IRPF de la Junta de Castilla y León y fondos propios de Cáritas, y reafirma el compromiso de la organización con la mejora de la calidad de vida de las personas mayores mediante el acompañamiento, la atención y la creación de espacios de socialización e intercambio generacional.
Actividades y aprendizajes compartidos
A lo largo de las sesiones, los estudiantes, tutorizados por su profesora Ana Belén Navarro y en colaboración con la técnico del Programa Intergeneracional del SAS de la USAL, Carmen Bermejo, organizaron diversas actividades diseñadas y adaptadas al colectivo de personas mayores y destinadas a mejorar sus capacidades cognitivas y socioemocionales.
El programa ha despertado un gran interés y entusiasmo en las personas mayores gracias a la metodología activa y participativa que se ha utilizado a lo largo de todas las sesiones. Los jóvenes destacaron la gran acogida que recibieron y la gratificante experiencia de compartir tiempo con las personas mayores. “Me ha ayudado a ver cómo se ayudan entre ellas y lo importante que es este rato de reunión para ellas. Ojalá todo el mundo tuviera la oportunidad de conocerlas, porque se te llena el corazón”, comentó una de las alumnas.
Otros estudiantes resaltaron la importancia de estas intervenciones para reforzar el vínculo intergeneracional y visibilizar el valor de las personas mayores en la sociedad. “Hemos aprendido que no solo acompañamos, sino que también estimulamos cognitivamente y emocionalmente. Ha sido una experiencia enriquecedora que nos ha permitido aplicar nuestros conocimientos de Psicogerontología en un entorno real”, expresó otro de los participantes.
Un impacto que deja huella
El programa “Entreno la mente y las emociones” ha demostrado ser un espacio de aprendizaje mutuo, donde los mayores han encontrado un entorno estimulante y afectivo, y los estudiantes han podido aplicar sus conocimientos y sensibilizarse con las realidades del envejecimiento.
Las reflexiones finales de los alumnos evidencian el impacto positivo del programa: “Es imposible no sentirse cómodo con ellas, son graciosas, agradecidas y cercanas. Estoy deseando volver”; “Hemos creado un espacio donde todas se sentían valoradas e incluidas”; “Esta experiencia me ha motivado a seguir trabajando con personas mayores, porque necesitan y merecen este tipo de intervenciones”.
Con iniciativas como esta, Cáritas y la Universidad de Salamanca siguen apostando por un envejecimiento activo, la inclusión social y la creación de vínculos intergeneracionales que enriquecen a toda la comunidad.
“Envejecemos en común” es un programa financiado por el IRPF de la Junta de Castilla y León, junto con fondos propios.
Colabora
Cáritas Diocesana de Salamanca
Grupo Undanet