La exposición puede visitarse en el claustro de la Catedral Vieja hasta el 14 de mayo.
Hace justo un mes (El pasado 27 de abril) se inauguró en el claustro de la Catedral Vieja la exposición ‘Museo sin Hogar’. Una iniciativa conjunta de las Cáritas de Burgos, Valladolid y Salamanca para visibilizar y transmitir a la ciudadanía el sentir de las personas sin hogar, a través de obras pensadas y creadas por ellos. El resultado de este esfuerzo: 120 participantes (50 de ellos personas sin hogar) y 21 piezas repartidas en 6 salas temáticas que reflejan sus ilusiones y esperanzas.
En aquella presentación, Raúl Fraile, educador de Padre Damián, explicaba su sentido y sus esperanzas: “Es el primer museo del mundo dedicado a dar a conocer la realidad de las personas sin hogar. La intención de Cáritas es que no deje a nadie indiferente; que nos remueva sentimientos, inquietudes y conciencia”.
Y así ha sido. Un mes después, han pasado ya por sus puertas más de 3.100 visitantes (tanto nacionales como extranjeros) que han decidido acercarse para conocer la visión del mundo de este colectivo y les ha hecho reflexionar y conmoverse. Según Fraile: “Estamos muy contentos, la media de visitas es de mas de 700 personas por semana. Veremos que nos deparan las restantes, con un puente de por medio, pero la sensaciones son muy buenas”.
“Museo sin Hogar; Esperanza sin cobertura” permanecerá abierta al público en Salamanca hasta el 14 de mayo, de lunes a domingo accediendo por dos entradas diferentes: la de la Catedral Nueva en su horario de visitas habitual (gratuita para empadronados en Salamanca), o por la Puerta de Carros de 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 20:00 (entrada gratuita).
Un recorrido de la soledad a la esperanza
La muestra se sitúa en un enclave histórico único, utilizado como camposanto, con varias capillas de ilustres sepulcros. Llegados a la exposición, los visitantes se encuentran con trípticos explicativos y una audioguía accesible mediante QR tanto en español como en inglés (pensando en los muchos visitantes extranjeros que transitan por el casco antiguo). Dos herramientas clave para comprender el recorrido que están a punto de iniciar. Sin embargo, el calor humano lo aporta el grupo de voluntarios y voluntarias de los centros de personas sin hogar de Cáritas, encargados de recibirlos y de realizar visitas guiadas a grupos.
Durante el recorrido, desde la dura calle hasta una vivienda, los visitantes se dan cuenta de que no es una exposición más, al meterse en la piel de una persona sin hogar. Como Pedro Luis, uno de los guías que actualmente vive en Padre Damián. Con él, cada pieza cobra vida, trasmitiendo un sentimiento diferente desde sus ojos. Porque nadie mejor para narrarlo que alguien que lo ha vivido en primera persona. En sus palabras: “Siempre vivimos en soledad, pero siempre tenemos una ilusión, siempre queremos ir avanzando y buscar algo”. Entre todos, esa ilusión se hace realidad.