El centro de salud mental Ranquines se une a la celebración del 8M

El Centro de Día de Salud Mental de Cáritas ha celebrado el Día Internacional de la Mujer con un acto organizado por el ‘Grupo Tribu’.

Con motivo del 8M, el Centro de Día de salud mental Ranquines ha celebrado una actividad organizada por ‘Tribu’; un grupo de mujeres del propio centro que se reúne semanalmente para trabajar por la igualdad de las mujeres, en especial aquellas con problemas de salud mental.

El acto ha consistido en la creación de un mural titulado “El Bosque de la Sororidad”, en el que las participantes, voluntarias y profesionales del centro han ido añadiendo textos con los motivos por los que la lucha por la igualdad de las mujeres sigue siendo una necesidad Tras ello, Lucía, una de las participantes del centro, ha leído un manifiesto inspirado por aquellos de la “Comisión 8M de Madrid”, la “Confederación Salud Mental de España” y el manifiesto de mujeres rurales de “Hermanas de Tierra”. Para finalizar, todos han cantado la canción ‘Río Abajo’ de Ana Tijoux.

Toya Baida, voluntaria del Proyecto Ranquines y responsable del ‘grupo Tribu’, destaca la participación de mujeres y hombres en la actividad, el cambio visible de perspectiva de los hombres, así como que las mujeres opinan con más seguridad después de varios años celebrando este día en el centro.

“Hay mucha desinformación que hay que corregir”, explica Sofía Matos, psicóloga que hizo sus prácticas en el centro Ranquines, y ahora participa cada semana en “Tribu” como voluntaria. “En Tribu encontramos la forma de hacerlo, contando con un espacio de reflexión en el que hablamos de la realidad de las mujeres, de la necesidad de luchar por nuestros derechos y de las desigualdades que sufrimos. Especialmente las mujeres con problemas de salud mental, cuyo colectivo es aún más vulnerable ante la discriminación por género y su condición de enfermas mentales” afirma.

Manifiesto Completo 2024

“Como cada 8 de marzo, desde Ranquines conmemoramos el Día Internacional de la Mujer y la niña para visibilizar y empoderar a las mujeres y niñas del todo el mundo y reivindicar la importancia que tienen a la hora de construir un futuro más igualitario y sostenible.

Decía un poema de Bertolt Brecht en 1938: “¿Qué tiempos son estos en los que hablar de árboles parece un crimen, porque implica silenciar tanta injusticia?” Hoy, como entonces, vivimos muchos conflictos silenciados. Como el de la República Democrática del Congo, donde se extermina para comerciar con los minerales que hacen funcionar nuestros coches eléctricos y nuestros teléfonos móviles.

La población civil de Gaza está siendo víctima de bombardeos, hambruna y enfermedad. Nos duele Palestina: es insoportable ver cada día esas imágenes en las pantallas y continuar con nuestras vidas como si nada. Y, sin embargo, responde en otro poema Adrienne Rich, “es necesario hablar de árboles” porque sabemos “quiénes quieren hacerlos desaparecer”.

En los espacios verdes y en las calles se están talando cientos de árboles de manera gratuita e indiscriminada, con una indiferencia cruel por el pasado y por el futuro. Es necesario hablar de árboles. Hablar de árboles es hablar de que la sequía acecha y nuestro aire se contamina; es hablar de pobreza energética, de que la brecha entre lo rural y lo urbano se hace cada vez más insoportable, de que la especulación incontrolada con los bienes de primera necesidad nos precariza a todas y todos.

Hablar de árboles es hablar de extractivismo, de que el Norte global consume la mayoría de los recursos disponibles; es denunciar la desaparición de los pueblos originarios y el deterioro de las condiciones vitales de la mayoría del planeta; es hablar de que la población migrante, desplazada y refugiada, aumenta de manera exponencial.

 En un año en el que todos los indicadores de violencia han aumentado, denunciamos el cuestionamiento de la violencia de género, de las mujeres que la sufren y de las profesionales y de las redes que las atienden.

Y por todo ello, seguimos aquí, las que, en ocasiones, no podemos permitirnos ni salir a la calle ni protestar. Seguimos atadas, sin opción al más mínimo movimiento. Las excluidas, las etiquetadas por vivir otras maneras de sentir, de hacer o decir. Seguimos las rechazadas por tener un diagnóstico psiquiátrico, las que cobramos menos en un mismo trabajo por alguna discapacidad. Seguimos las maltratadas, dentro de relaciones crueles. Seguimos las invisibilizadas, a pesar de años de saberes. Seguimos TODAS las ninguneadas por no cumplir con los mandatos de sociedades machistas.

Y con esta diversidad, seguimos enriqueciendo territorios llenos de vulnerabilidades y fortalezas, construyendo otras formas de habitar, de compartir y de vivir. ACELERAD LA IGUALDAD. POR TI, POR MI, POR TODAS.”

Un proyecto cofinanciado por el IRPF de la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Salamanca y fondos propios.