Los asistentes disfrutarán ahora de salidas culturales y la piscina municipal de Santa Marta.
Con la llegada de la pandemia, las actividades estivales dentro del Centro de Día para personas con trastorno mental Ranquines se redujeron considerablemente. Sin embargo, con la mejora de la situación, los asistentes al centro han podido retomar algunas de ellas este mes, permitiéndoles disfrutar más del verano.
Por un lado, desde ahora se realizarán dos visitas semanales a la piscina municipal de Santa Marta, respetando las medidas sanitarias como la distancia de seguridad, especialmente en las zonas de uso común, la desinfección de manos al acceder a la instalación y el uso obligatorio de la mascarilla, excepto cuando se está en el agua. Allí disfrutaron de un buen remojón en estos días calurosos, acompañado de una comida desenfadada en familia.
Por otro, se retoman las visitas culturales por la ciudad charra, para apreciar distintos puntos con valor histórico que enriquezcan sus conocimientos. La primera salida ha sido a la exposición Salmantica Sedes Antiqua Castrorum, en la Cuesta de Carvajal s/n. Allí se encuentra un fragmento de muralla prerromana con más de 24 siglos de historia, rehabilitada y abierta al público desde 2019. Los participantes descubrieron datos fascinantes sobre la época en que se construyó la muralla castreña, rodeados por paneles informativos, pantallas táctiles e incluso réplicas de útiles de la época.
Después se dirigieron a la Cueva de Salamanca, que se encuentra justo enfrente. En la cripta de la antigua iglesia de San Cebrián conocieron la leyenda del Marques de Villena y visitaron su legendaria torre, por la que se puede subir para disfrutar de una estupenda vista del sur de Salamanca.
El objetivo de estas actividades es por un lado ayudarles a conocer la historia y cultura de Salamanca, y por otro, normalizar y mejorar su integración en la sociedad.