Bajo este lema y por octavo año consecutivo, la Mesa de la Infancia de Salamanca compuesta por las entidades: Asociación TAS, Cáritas Diocesana de Salamanca, Cruz Roja, YMCA y Movimiento Junior, se propone sensibilizar y reivindicar ante la población salmantina la Declaración Universal de los Derechos de los niños y las niñas, y disfrutar de una jornada lúdica con los niños y niñas de las instituciones que forman la Mesa de Infancia.
La Convención sobre los Derechos de la infancia reconoce a lo largo de sus 54 artículos que los niños y las niñas son individuos con derecho de pleno desarrollo físico, mental y social, con derecho a expresar libremente sus opiniones, y que como primera ley internacional sobre los derechos de los niños y niñas, es de carácter obligatorio para los estados firmantes (entre ellos España). Siendo así sobre el papel aún queda mucho por hacer para crear un mundo en el que los derechos de la infancia se cumplan prácticamente. Es tarea de todas las instituciones y de las todas las personas particulares, que esto sea posible.
Desde la mesa de infancia proponemos reflexionar y avanzar en situaciones en las que consideramos que queda mucho por hacer:
*Ofrecer la paz como valor, como un recurso de relación entre iguales. No favoreciendo una violencia gratuita, ni como recurso en la resolución de conflictos.
*Una educación inclusiva como estrategia formativa.
*Un medio ambiente saludable que respete y cuide la vida.
*Lugares de encuentro y juego que les permitan desarrollar su personalidad en relación con sus iguales.
*Vivienda digna y adecuada para las familias donde los menores crecen y rescatar la vecindad positiva como elemento y ejemplo educativo del día a día.
Este año queremos que TU, niño, niña, joven o adulto que estas leyendo ahora mismo esta nota, prestes un poco de tu tiempo y te contestes esta pregunta que quizás alguna vez has querido responder.
¿Todos los niños y niñas tienen acceso a sus derechos?
Si no profundizamos en las situaciones la respuesta parece afirmativa, pero, en un análisis más detallado, preguntando a los niños y las niñas, veremos que hay todavía algunos derechos conculcados. Nos tendremos que volver a formular la pregunta. ¿En realidad pueden ejercer todos sus derechos como les repetimos en la escuela, medios de comunicación, y en otros ámbitos de socialización?
Busquemos respuestas sinceras a estas preguntas, tanto en las políticas de las administraciones, como en nuestra vida personal y cotidiana.
Vivimos en una sociedad individualista, preocupados de nosotros mismos dejando de lado a las personas más vulnerables. El trabajo a favor de los derechos de los niños y las niñas requieren la colaboración de todos, tanto las entidades públicas, como privadas.
La crisis económica y la falta de representatividad de los niños y las niñas, siguen repercutiendo en recortes en sanidad, en educación, en política familiar y en protección a la infancia, y tantas otras situaciones que nos demuestras que algunos niños y niñas no pueden ejercer los derechos que decimos que tienen..
En esta jornada compartiremos con los niños y las niñas a través de juegos la necesidad de vivir en una sociedad donde todos tengan acceso real a sus derechos.
Y, como hemos hecho estos últimos años, gritaremos todos juntos bien fuerte que “con los derechos de la infancia no se juega”.
Por otro lado, en una nota difundida con motivo del Día Universal de la Infancia, que se celebra hoy, Cáritas Europa insta al Parlamento Europeo y al Consejo a que garanticen la continuidad de la financiación de las iniciativas relacionadas con los niños y las familias, acordando de manera ágil el próximo Marco Financiero plurianual (MFP).
El Marco Financiero plurianual (MFP) fija los límites de los presupuestos generales anuales de la Unión Europea. Determina cuánto puede utilizar la Unión al año, en total y en sus distintas áreas de actividad, cuando asume obligaciones jurídicamente vinculantes durante un periodo no inferior a 5 años.
Cáritas Europa emplaza a la UE a mostrar su valor añadido en la lucha contra la pobreza infantil y familiar invirtiendo en la infancia. Y recuerda que el futuro de los niños y las familias en Europa estará en riesgo si los líderes de la UE no logran ponerse de acuerdo con el futuro MFP.
La nota señala cómo desde la crisis financiera y económica de 2008 las políticas de austeridad han puesto bajo presión a los sistemas nacionales de protección social, lo que ha socavado tanto la capacidad de los Estados para proteger a las personas contra la pobreza como de las familias a poder cuidar de sus miembros.
Como subraya Cáritas Europa, “este enfoque miope solo puede llevar a mayores costos sociales, a menos que los Estados establezcan políticas que rompan el ciclo de desventajas y aborde un enfoque dirigido a garantizar el acceso a recursos adecuados y a servicios de calidad asequibles, así como el derecho de los niños a participar”.
A este respecto, Jorge Nuño, secretario general de Cáritas Europa, afirma que “la UE tiene que asumir la responsabilidad de erradicar la pobreza y alcanzar un acuerdo sobre el MFP antes de las elecciones europeas de mayo de 2019”. Para ello, “la principal preocupación de nuestros líderes debería ser garantizar el bienestar de los niños y las familias en toda la UE, en particular de los más necesitados”. Y añade: Todos los niños merecen la igualdad de oportunidades y no podemos olvidad que las familias fuertes hacen sociedades fuertes”.
Especial desprotección de la infancia en España
En España, la infancia es uno de los colectivos más desprotegidos en nuestra sociedad. Según el avance de datos de la última encuesta FOESSA, hecho público en octubre pasado, el 23% de los menores de edad en nuestro país se encuentran en situación de exclusión social, lo cual implica que casi una cuarta parte de nuestra infancia está desarrollándose en un contexto de carencia o necesidad.
Contar o no con menores a cargo en el hogar puede marcar la diferencia entre la exclusión y la integración, ya que en el actual escenario el 21% de los hogares con menores a cargo se encuentran en situación de exclusión (ante el 16% en los hogares sin menores). Esta cifra se eleva hasta el 28% cuando se trata de un hogar monoparental y al 33% si hablamos de familias numerosas.
“Esta situación –explica Carmen García Cuesta, experta del Programa de Infancia, Adolescencia y Familia de Cáritas Española—nos habla de la falta de garantía de la efectividad de los derechos humanos y de la insuficiente dedicación de las políticas sociales dirigidas a la infancia en particular y a la familia en general. Ello genera situaciones de pobreza de niños, niñas y familias que se alargan en el tiempo, y que en ocasiones continúan incluso cuando los niños y niñas crecen y constituyen su propio hogar”.
Con todo, lo que más preocupa en la infancia y adolescencia en España son los elevados niveles de desigualdad. “Hoy en día –asegura— la igualdad de oportunidades es más una aspiración que una realidad, dado que el mayor riesgo que tienen las personas que han vivido su primera etapa vital dentro de un hogar en pobreza, de sufrir problemas económicos y situaciones de pobreza en su vida adulta, es lo que denominamos “transmisión intergeneracional de la pobreza”.
En palabras de Carmen Garcia, “estamos gestando desde la infancia una desigualdad que de no corregirse sólo puede devenir en una sociedad y en un mundo todavía más desigual e injusto en el futuro”.