#ConectA: Cuida lo que comes y cuidarás del planeta

En el Espacio de Verde de esta semana, Carmen Sanchis nos habla de la industria alimenticia. Cada vez que decides qué comer también eliges cuidar o destruir el planeta ¿Desperdicias los alimentos?

Cada bocadito que nos llevamos a la boca tiene una historia. Detrás del pan de cada día hay hechos que solemos ignorar. La producción industrial de alimentos a gran escala, con sus modelos de cultivo, explotación y mercadeo atentan contra nuestro precario ecosistema mundial. Si bien es cierto que la necesidad de alimentar a miles de millones de personas ha estimulado el desarrollo de una agricultura agresiva, no es menos cierto que esto ha repercutido negativamente en la salud del planeta.

La producción industrial de alimentos exige de la tierra más de lo que imaginamos. No sólo se le acapara, privatiza y concentra en pocas manos sino también, estas manos, controlan el 75% del mercado global de las semillas. Las hermosas y coloridas etiquetas que resguardan los envases de cada producto omiten datos que nos harían más sensibles a los métodos aplicados en la fabricación de aquello que comemos. Por ejemplo, el ambiente sufre con los monocultivos ¿sabías que erosionan un tercio del total de las tierras cultivables? ¿alguien te ha dicho que el 75% de la diversidad de cultivos han desaparecido o que un tercio de los gases, con efecto invernadero, están causados por la producción de alimentos? Incluso en relación con la huella hídrica, se calcula que la agricultura utiliza el 70% del agua dulce disponible.

Hacemos un gran esfuerzo por auditar y normar industrias y países, pero dejamos a un lado los hábitos alimenticios propios. En ese sentido, nuestro granito de arena empezaría por comprender que el consumo excesivo de comida está relacionado con el desperdicio y con el hambre. Por ejemplo, 1 de cada 3 alimentos termina en el bote de basura, 1 de cada 9 personas pasa hambre; 1 de cada 12 padece obesidad. Y en una suculenta barbacoa, tengamos presente que por cada kilogramo de carne de vacuno se utilizaron 16 kg. de cereales.

¿Qué podemos hacer? ¿Dónde estás tú? Lo primero es comprender la complejidad del asunto. Si juntamos fuerzas y arrimamos el hombro, nuestras voces al unísono hacen agenda, hacen peso, cambian el curso de los acontecimientos. No solo se trata de preservar la diversidad alimentaria sino también procurar que el pan llegue a todas las mesas. Tengamos en mente las palabras del Laudato Si “(…) El alimento que se desecha es como si se robara de la mesa del pobre”.

La agricultura a pequeña escala pareciera ser uno de los caminos más viables para preservar la casa común. Desde este punto de vista, la agricultura familiar sería clave para el desarrollo sostenible y en este quehacer, se conjugan armoniosamente algunos de los principales objetivos de la agenda 2030 de Naciones Unidas. Otras acciones que pudiéramos emprender se orientarán a promover una alimentación responsable y sostenible, comenzando con elecciones muy sencillas que cada quien puede hacer ahora mismo: más frutas y vegetales de temporada, menos carnes y lácteos, optar por raciones moderadas, “no comer con los ojos”, evitar el desperdicio, los productos procesados o aquellos envasados en plástico. Poner atención al etiquetado y preferir productos provenientes del comercio justo.

Tú eres muy importante para la comunidad y organizados somos más. Contamos contigo para promover, motivar e incentivar el consumo responsable. En Cáritas tenemos propuestas, anímate a entrar en www.enlazateporlajusticia.org y busca el documento ALIMENTACIÓN. Merece la pena velar por nuestra casa común.

Carmen Sanchis

Voluntaria.

INFOGRAFÍA SOBRE EL IMPACTO DE NUESTRA ALIMENTACIÓN 

Recordemos también que en este Espacio Verde hemos dado a conocer algunas cooperativas en Salamanca que están apostando por un modelo de consumo sostenible para cuidar nuestro planeta. Hablamos de “Saberes y sabores del bajo Tormes (toda la información AQUÍ) y la Fundación Mil Caminos (igualmente AQUÍ). Os animamos a que os informéis y mejoréis vuestros hábitos alimenticios, para que logremos un consumo que nos beneficie a todos.