El círculo de silencio de esta tarde reclamará de nuevo el derecho a vivir en paz. Será a las 20 horas en la Puerta Zamora.
Como cada último jueves de mes nos reunimos y desde el silencio pedimos por los derechos de todas las personas. Al finalizar el acto se leerá un manifiesto, en esta ocasión por dos personas, de Ucrania y Rusia.
“Aunque ya dedicamos el círculo del mes de enero al derecho a la paz, la realidad nos obliga a volver a hablar de ello.
¡Quién nos iba a decir hace dos meses que en Ucrania se estaría viviendo hoy una guerra y que habría MÁS DE DOS MILLONES de personas desplazadas y saliendo del país para salvar sus vidas!
Es momento de ponernos del lado de la paz, del lado de quienes sufren las consecuencias de la violencia; especialmente, de los más vulnerables. Y alzar nuestro silencio que acalle las bombas, los ataques, y nos despierte de nuestra indiferencia.
Porque nuestra solidaridad con quienes sufren las consecuencias de la violencia no puede detenerse en el conflicto de Ucrania, considerando a los ciudadanos rusos que sufren opresión y asilamiento, familias perdiendo a sus hijos, y esposos en la contienda, ni puede agotarse con los primeros momentos de indignación y respuesta solidaria.
Queremos ser contundentes en nuestro rechazo a todas las guerras y prolongar y ensanchar nuestro compromiso con todas las personas que sufren las consecuencias de la violencia en todos los lugares del mundo, en tantas guerras ocultas y silenciadas.
Nos reafirmamos en las claves que propone el Papa Francisco para hacer del mundo un lugar más habitable y más fraterno: el diálogo y la educación para construir la paz. “Quien hace la guerra, olvida la humanidad, no le preocupa la vida de las personas, sino que antepone sus intereses y su ansia de poder. Se deja llevar por la lógica diabólica de las armas y se aleja de la gente común, que quiere la paz. La gente común es siempre la verdadera víctima de todos los conflictos, pues paga con su piel la locura de la guerra”.
Creemos en la capacidad de trabajar conjuntamente por el bien común, sin hacer ruido, con humildad y perseverancia, haciéndonos artesanos de paz.
Por esto hacemos hoy un silencio sonoro, que se haga oír en el mundo, y que llegue a los corazones de quienes tienen en sus manos el fin de la barbarie y nos unimos a las palabras del Papa Francisco: “Con dolor en el corazón, uno mi voz a la de la gente común, que implora el fin de la guerra. En el nombre de Dios, escuchen el grito de los que sufren… En el nombre de Dios, les pido: ¡detengan esta matanza!”
https://www.youtube.com/watch?v=ImkzaQqn1vE