Las Cáritas de Rumanía, Polonia, Moldavia y Bulgaria preparan programas de acogida humanitaria a los refugiados que cruzan las fronteras.
En medio de una situación de riesgo cada vez mayor, los centros de Cáritas Ucrania continúan atendiendo a la población civil necesitada. Sus 36 oficinas repartidas por todo el país trabajan de forma coordinada con las sedes operativas de la Cáritas nacional, en Kiev y Lviv.
Aunque algunas oficinas locales han tenido que ser evacuadas por razones de seguridad, sobre todo en el Este del país y algunos barrios de Kiev, los centros de Cáritas que siguen a salvo están atendiendo a los desplazados internos y, en coordinación con otras organizaciones humanitarias locales, trabajan en la identificación de las necesidades más urgentes de los damnificados por la escalada bélica.
Desde el inicio de la invasión, Cáritas Ucrania mantiene un proyecto de emergencia para satisfacer las necesidades básicas de las personas más vulnerables. En estos momentos, se están equipando con ayuda humanitaria 11 centros de acogida (Kramatorsk, Rubizhne, Zaporizhya, Volnovakha, Mariupol, Kharkiv, Dnipro, Kyiv, Zhytomyr, Odesa, Ivano-Frankivk) para sumarse al plan de respuesta a la emergencia.
La respuesta de Cáritas Ucrania está dando prioridad al reparto de comida caliente, agua, kits de higiene básica, refugio temporal para personas que han abandonado sus hogares, servicio de lavandería y transporte seguro para las personas que buscar reunirse con familiares en otras zonas del país. El plan de emergencia incluye también atención a casos especiales (como ancianos, menores y personas con discapacidad) y acompañamiento emocional básico y actividades de ocio para niños que les ayuden a mantener la normalidad en medio de la situación de gran estrés provocada por los ataques.
A pesar de la precaria seguridad y las dificultades, Cáritas continua su trabajo humanitario en Ucrania. Como señala Fr. Vyacheslav Grynevych, director ejecutivo de Cáritas-Spes Ucrania, “nuestras ciudades, casas y jardines de infancia han sido destruidos. Pero nadie podrá destrozar nuestras aspiraciones de paz y libertad”. “En este momento dramático, alabamos el compromiso de los trabajadores y voluntarios, que siguen ayudando a quienes lo necesitan”, añade. “Y con la ayuda de Dios, continuaremos nuestro servicio, sin dejar a nadie atrás”.
“Estoy muy orgullosa de nuestros equipos, que están trabajando duro para estar atentos a las necesidades de los más vulnerables, mientras gestionan a la vez sus propias circunstancias personales. Estamos muy agradecidos por el apoyo de nuestras Cáritas hermanas y de la gente de buena voluntad. Por favor, apoyen nuestro plan de respuesta de emergencia. Las necesidades crecen a diario”, afirma por su parte Tetiana Stawnychy, presidenta de Caritas Ucrania
RESPUESTA DE LAS CÁRITAS DE RUMANÍA, POLONIA, MOLDAVIA Y BULGARIA
Las Cáritas de los países vecinos –Rumanía, Polonia y Moldavia— están activando también planes nacionales de acogida a los flujos de refugiados ucranianos que están cruzando las fronteras.
Rumanía, con más de 600 km de frontera con Ucrania, ha recibido ya a unos 10.000 refugiados y se espera que el número siga aumentando en los próximos días. Las Cáritas de Bucarest, Iasi, Maramures y Satu Mare han empezado a evaluar la situación y establecer equipos de primera intervención. El equipo nacional de emergencia ha visitado la frontera y empezado a diseñar planes de intervención para definir un programa de respuesta a la emergencia centrado en la acogida y apoyo a centros de acogida para refugiados (información, servicio de lavandería, servicio de comunicación, alimentos y kits de higiene), programas específicos de acogida infantil, refugio y alojamiento temporal en parroquias locales y movilización de voluntarios para la acogida.
Cáritas Polonia está preparando también la acogida, alojamiento y transporte seguro para los refugiados, con programas de emergencia similares a los habilitados por Cáritas en Rumanía.
Por su parte, Cáritas Moldavia, que comparte unos 1.200 km de frontera con Ucrania, ha puesto en marcha un plan de emergencia a través de su oficina nacional, en Chisinau, y las seis Cáritas locales en Grigorauca, Rascov, Ribnita, Stauceni, Stircea y Tiraspol. En total, cuenta con unos 200 agentes en terreno. En coordinación con las autoridades locales, se ha apoyado a 390 personas ubicadas en centros oficiales (Chisinau, Ocnita, Palanca) con comida, agua, kits de higiene y apoyo social y emocional. Además, se está preparando un centro gestionado por Cáritas en Chisinau, donde ofrecer alojamiento digno y seguro a unos 70 refugiados, con especial atención a menores y mujeres.
En la misma línea, y aunque no es un país limítrofe, Cáritas Bulgaria también está preparando centros para dar respuesta a la llegada de refugiados ucranianos, que llegan bien por vía terrestre, bien por ferry desde Odessa al puesto de Varna. A 28 de febrero, se calculaba que más de 7.000 ucranianos habían llegado al país y se espera que este número aumente en los próximos días.
Todas las Cáritas de la región han preparado a su personal y voluntarios en planes de respuesta de emergencia rápida, protocolos de salvaguarda y código de conducta.
RESPUESTA CÁRITAS ESPAÑOLA
Cáritas Española trabaja en Ucrania desde 2010, apoyando proyectos de acción social y de emergencia. Aunque en este momento, todos estos programas están detenidos, a la espera de que la situación se estabilice, se están apoyando económicamente los proyectos de Cáritas Ucrania y del resto de la región para garantizar la movilidad segura de las personas que ven obligadas a huir de la guerra, con atención especial a las personas vulnerables.
Cáritas Española agradece los innumerables mensajes de solidaridad con Ucrania y las oraciones que se nos han hecho llegar y que se están transmitiendo a las Cáritas hermanas de Ucrania y los países vecinos. Asimismo, Cáritas Española no está canalizando donaciones en especie hacia Ucrania, puesto que para las Cáritas de la región se trata de una gestión inabordable.