Como cada mes, Cáritas Diocesana de Salamanca salió ayer jueves a la calle para celebrar su Círculo de Silencio en Puerta Zamora; en esta ocasión, para reclamar el derecho de acceso a los bienes básicos, en especial para aquellas personas en situación de vulnerabilidad y exclusión.
Al finalizar el círculo, una voluntaria de Cáritas ha leído en voz alta un manifiesto, que recordaba que el acceso a agua potable, alimentación, salud, ropa, vivienda… son comunes a todas la culturas, pero no siempre se cumplen para aquellas personas sin ingresos regulares. De hecho, “en 2022, aproximadamente 735 millones de personas se encontraban en estado de hambre crónica”, incidía.
Por ello, al manifiesto ha insistido en que “las necesidades humanas básicas deben convertirse en derechos irrenunciables del ser humano, ya que son fundamentales para la dignidad de las personas y las comunidades.”
La situación exige, según el papa Francisco, un cambio radical de paradigma desligado de la insaciable ganancia económica. Desde un sentido de justicia hacia los necesitados, que pasa por “un categórico cambio de mentalidad y de conducta”.
Por último, el manifiesto ha ofrecido algunas propuestas al alcance de todos para favorecer este cambio de mentalidad. “Apoyando al mercado local, eligiendo alimentos sostenibles de KM 0, defendiendo una buena nutrición y luchando contra el desperdicio de alimentos”, explicaba.
Gracias a todos los presentes por apoyar esta iniciativa. Entre todos, ¡hacemos que el círculo crezca!
Colabora
Cáritas Diocesana de Salamanca
Grupo Undanet