Cáritas Diocesana de Salamanca ha participado hoy en la firma del protocolo de Atención Combinada a Personas sin Hogar, iniciativa que nace para “dar una respuesta rápida y eficaz con la mejora de los mecanismos de coordinación y con un trabajo en red de todos los agentes implicados”, ha señalado el alcalde, Alfonso Fernández Mañueco.
La firma de este protocolo ha tenido lugar en el Centro de Participación Luis Vives. En la misma han participado, además de Cáritas y el Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León, Cruz Roja, la Asociación para la Ayuda y Rehabilitación de Enfermos Drogodependientes (APARED), el Comedor de los Pobres y la Asociación para el Desarrollo Comunitario de Buenos Aires (ASDECOBA).
El objetivo es que este Protocolo de Atención Coordinada a Personas Sin Hogar de Salamanca favorezca la puesta en común de recursos y servicios y promueva la actuación conjunta entre las entidades implicadas para la atención a este colectivo de personas, de forma que puedan lograr llevar una vida independiente y plena.
El documento, que se articula en tres fases (detección de las personas sin hogar, acogida y valoración e intervención), prevé la realización de itinerarios individualizados adaptados a las singularidades y necesidades de cada persona.
La tarea de Cáritas Diocesana de Salamanca para afrontar la problemática de las personas sin hogar cuenta con tres áreas de trabajo:
- Servicio de Acogida: se valora la situación de la persona, se informa sobre los recursos existentes, propios y de la comunidad, y se realiza un acompañamiento social, jurídico y sanitario, si fuera necesario.
- Casa de Acogida Padre Damián: este recurso de Cáritas, en colaboración con los Sagrados Corazones, cumplió el pasado mes de julio 19 años de existencia en Salamanca. Quienes allí residen inician un proceso de recuperación y motivación personal, primer paso para conseguir la inserción social.
- Centro de Promoción e Inserción: allí las personas continúan su proceso de recuperación.
Además, Cáritas Diocesana de Salamanca cuenta con un centro de baja exigencia, Espacio Abierto, que ofrece recursos para el aseo y la higiene personal, así como alimentación saludable y talleres ocupacionales, con el objetivo de comenzar con las personas sin hogar que allí se acercan procesos de inserción más continuados.
/
Por último, no hay que olvidar que muchas de las personas que viven en la calle sufren de problemas de salud mental. Aunque consigan salir de la situación de sinhogarismo, pasando a residir en centros o casas de acogida, no reciben un tratamiento adecuado a su situación. De ahí el Centro de Día para Personas con problemas de Salud Mental ‘Ranquines’, inaugurado hace un año, en el que se tratan específicamente estas situaciones.
*Fotografía: Salamanca RTV al Día