La entidad se unió a Salamanca Acoge, YMCA y Fundación Cepaim para celebrar este día en la Plaza Mayor, con un programa de actividades a lo largo de la tarde.
Actualmente existen en el mundo 30 millones de personas refugiadas, que han dejado todo atrás para huir de la guerra, la persecución y la pobreza. Además, 1 millón de personas solicitan asilo cada año, más de la mitad menores de 18 años. Personas que posteriormente sufren discriminación en el acceso de derechos básicos como la educación, el empleo o la vivienda, aumentando así su situación de vulnerabilidad.
Estos datos preocupantes cobraron especial relevancia ayer 20 de junio, con la celebración internacional del Día Mundial del Refugiado. Una fecha marcada por Naciones Unidas para honrar a las personas refugiadas y desplazadas de todo el mundo, reconociendo su valor y su resiliencia para escapar de conflictos o persecuciones.
Cáritas Salamanca (que cuenta con el ‘Centro Intercultural Baraka’ y realiza una intervención directa con inmigrantes a través de la acogida, integración y promoción) se unió a Salamanca Acoge, YMCA y Fundación Cepaim para celebrar este día en la Plaza Mayor, con un programa de actividades a lo largo de la tarde.
A partir de las 18:00, las cuatro organizaciones colocaron puestos informativos que ofrecieron datos sobre migraciones, personas refugiadas y la situación de sus países de origen, así como su trabajo con ellos. Una hora después. comenzó la actividad “biblioteca humana”, en la que varias personas migrantes y refugiadas se ofrecieron a compartir con los ciudadanos sus historias personales de vida, desde sus puntos de origen hasta su destino final en España.
Por último, se celebró un nutrido círculo de silencio en el centro de la plaza, acompañado por un manifiesto que leyeron 3 refugiados de diferentes nacionalidades, que reclamaba mejores condiciones y derechos para estas personas. A lo largo de la tarde, ciudadanos y curiosos se acercaron a la plaza para interesarse por las actividades y por conocer la realidad de estas personas, que viven situaciones dramáticas y que solo buscan un futuro mejor para ellos y sus familias.
Protección real con un asilo efectivo
Por otra parte, Cáritas Española se suma al llamamiento de Cáritas Europa de garantizar el acceso a la protección de los refugiados a través de un mejor sistema de asilo, que sitúe los derechos de las personas en el centro. Esto empieza por garantizar vías seguras y regulares de protección y condiciones dignas de integración en la sociedad de acogida.
“Instamos a los líderes europeos a preservar el acceso al asilo en Europa y a garantizar vías seguras para las personas que necesitan protección. Ya se han perdido suficientes vidas. Un sistema reforzado de asilo y acogida debe proporcionar protección y apoyo adecuados. Invertir en sociedades acogedoras es clave para construir la ‘esperanza lejos de casa’ y permitir que los refugiados prosperen en su nuevo hogar”, señala María Nyman, secretaria general de Cáritas Europa.
Cáritas acompaña a muchas personas que buscan desde hace meses cómo solicitar asilo en nuestro país. Frente a esta realidad, urge dar una solución a la barrera invisible que supone la cita previa en policía para solicitar protección internacional. Esta solución debe ser, además accesible e igual para todas las personas. “La falta de acceso al procedimiento está dejando desprotegidas y fuera del sistema de acogida a familias con menores, personas jóvenes y sin posibilidad de identificar a aquellas que se encuentran en situación vulnerable”, explica María Segurado, del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española.
Para Cáritas, garantizar el derecho de asilo pasa también por generar un canal seguro y real en la frontera y en los consulados, así como agilizar las extensiones familiares de aquellos que ya han obtenido el estatuto de refugiados y quieren reunir a sus familias en España.