Cáritas Salamanca celebra el Día de la Diversidad Cultural con varias actividades en la capital y Guijuelo

Los niños fueron los grandes beneficiados a través de juegos, talleres y sensibilización.

Cada 21 de mayo se celebra el Día de la Diversidad Cultural, tal como estableció la UNESCO en 2001 para apoyar la diversidad, el diálogo, la inclusión y la cooperación entre las distintas culturas. La diversidad cultural se manifiesta de muchas formas: creencias religiosas, música, lenguaje, arte, trabajo y en general, cualquier actividad. Porque en todo lo que hacemos reflejamos nuestra cultura como comunidad, sociedad y nación, y esas características enriquecen nuestra vida espiritual, moral, afectiva e intelectual. No solo eso, contribuyen a la reducción de la pobreza y son la fuerza necesaria para alcanzar el desarrollo tanto social como económico.

Para celebrarlo, el espacio de encuentro comunitario de la Inmaculada, en la zona de Tejares-Chamberí, organizó a comienzos de este mes una tarde en familia en la que participaron más de 50 personas de todas las edades. Todos ellos disfrutaron de juegos tan populares como zancos, aros, comba, mikado y tangram gigantes o bolos, entre otros. Por si fuera poco, también hubo baile, y entre todos pintaron un mural conmemorativo con la frase “Viva la diversidad”, que quedará como recuerdo en los muros del patio.

Por otra parte, el viernes día 20 se organizaron dos actividades. Por la mañana, una sesión de sensibilización en Guijuelo, organizada por miembros del grupo de Cáritas parroquial del municipio. Diferentes miembros de Cáritas Salamanca compartieron con los cursos de 4º, 5º y 6º de los colegios de educación infantil y primaria Filiberto Villalobos y Miguel de Cervantes, la labor de la entidad y la importancia de la igualdad y el respeto al diferente.

Ya por la tarde, La Inmaculada preparó en su espacio un taller de cámaras oscuras y cianotipia (un sistema de revelado primitivo con el que se obtiene impresiones de color azul turquesa) en colaboración con la Filmoteca de Castilla y León, en el que participaron unos 30 niños del centro y de los centros de San José y Baraka. Una tarde mágica para ellos en la que descubrieron y experimentaron técnicas de fotografía y efectos ópticos usados por el hombre desde hace siglos.