La concentración, parte de la campaña ‘El Tiempo de Ellas’ de Cáritas Castilla y León, reclamaba la clasificación profesional y mayor vigilancia del cumplimiento normativo.
Ayer, jueves 27 de marzo, la Plaza de los Bandos de Salamanca fue el escenario de un acto reivindicativo con motivo del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, que se celebra cada 30 de marzo. La concentración, organizada en el marco de la campaña autonómica “El Tiempo de Ellas” de Cáritas Autonómica, sirvió para dar voz a un colectivo que reclama mejoras laborales y un reconocimiento profesional acorde a su labor.
Según datos de la Seguridad Social, el sector está compuesto en un 95% por mujeres, de las cuales el 45% son extranjeras en situación regular. Sin embargo, muchas trabajadoras en situación administrativa irregular quedan fuera de los registros y sufren condiciones aún más precarias.
Cáritas Salamanca salió a la calle para visibilizar un trabajo “casi invisible, pero que sostiene a la sociedad”. Durante la concentración, se leyó un manifiesto en apoyo a las empleadas del hogar y se denunció la situación de vulnerabilidad que enfrentan muchas de ellas. María Elices, coordinadora de inserción laboral de Cáritas Salamanca, destacó que su labor “permite que otras personas podamos tener otros desarrollos familiares, personales, de ocio…” e Insistió en la necesidad de “cambiar la perspectiva sobre el valor de su trabajo”. Además, alertó de que, como muchas familias no pueden o no quieren pagar lo estipulado por ley, el volumen de la economía sumergida ha crecido de forma preocupante.
Reivindicaciones del colectivo
Las trabajadoras del hogar reclaman mejoras en sus condiciones laborales y la equiparación de sus derechos con los del resto de trabajadores del Régimen General. Entre sus principales demandas están:
- La limitación real de la jornada laboral y la ampliación de las horas de descanso diario.
- Un reconocimiento salarial acorde a sus responsabilidades.
- La clasificación profesional que distinga las tareas domésticas de aquellas relacionadas con el cuidado de personas, reconociendo la especialización y formación que requieren estas últimas.
- Un mayor compromiso por parte de los empleadores para garantizar condiciones justas, incluyendo contratos, alta en la Seguridad Social por las horas reales trabajadas y el respeto a vacaciones y permisos.
A esta situación se suma la falta de apoyo institucional. “No se puede tener una ley de dependencia sin desarrollo económico y no se puede tener un sistema de cuidados que descanse solo en el trabajo de las empleadas del hogar”, denunció Elices. Desde Cáritas, también se reclama que las administraciones implementen medidas para facilitar la contratación y refuercen la vigilancia del cumplimiento normativo.
Durante la concentración, las empleadas del hogar Luzmila (ecuatoriana) y Victoria María Chuchón (peruana) compartieron sus experiencias. “Me han tratado bien”, dijo Luzmila Mesa, “pero sé que muchas compañeras no han tenido la misma suerte”. Victoria, por su parte, insistió en la necesidad de que se les garantice “derechos, pago de la Seguridad Social, pagas… y un buen trato mutuo, con comprensión y respeto“.
La campaña “El Tiempo de Ellas”, promovida por Cáritas CyL, busca sensibilizar a la sociedad y promover cambios en la percepción de estas trabajadoras, además del marco normativo que regula su actividad. Con acciones como esta, que Cáritas ha sacado adelante en la mayoría de ciudades de la comunidad, se pretende visibilizar una labor fundamental que a menudo permanece en la sombra, y reclamar la dignidad del sector.