La iniciativa incluye formación en aulas especializadas, un servicio de préstamo de equipos y un aula móvil pensada para mayores y personas del ámbito rural
Esta mañana, se ha presentado en el centro socio comunitario La Inmaculada’ de Cáritas Diocesana de Salamanca el proyecto Cáritas T-FORMA’. Una iniciativa impulsada por Cáritas Autonómica de Castilla y León que busca reducir la brecha digital de las personas en situación vulnerable, financiada por la Junta de Castilla y León en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y la Unión Europea con fondos NextGenerationEU.
La presentación ha contado con la participación de Dña. Esperanza Vázquez Boyero (directora general de Familias, Infancia y Atención a la Diversidad de la Junta de Castilla y León), Dña. M.ª Jesús Díez Guerrero (coordinadora de programas de Cáritas Autonómica de Castilla y León) y D. José María Rodríguez Álvarez (secretario general de Cáritas Diocesana de Salamanca).
El objetivo del programa es que las personas en situación de exclusión puedan ejercer plenamente su ciudadanía, ofreciéndoles formación en competencias digitales y acompañamiento en el uso de las nuevas tecnologías. Además, contarán con un servicio de préstamo de portátiles y tablets para lograr este fin, y un aula móvil que permitirá a la institución llegar al medio rural (un espacio donde la brecha digital es aún más limitante).
Tras la presentación, se entregaron los diplomas a los participantes del ‘Curso de Competencias Digitales’ (el primero dentro del programa), para después realizar una visita al centro con el objetivo de conocer más a fondo su funcionamiento. La visita continuó después en el Centro de Formación y Empleo ‘Padre Basabe’ (Paseo de S. Antonio, 14), el cual también cuenta con un espacio habilitado para el desarrollo de ‘Cáritas T-FORMA’. Mencionar, además, que el centro de Día de Salud Mental ‘Ranquines’ cuenta también con una de estas aulas.
Frente a la brecha, cobertura
De acuerdo con el Informe sobre exclusión y desarrollo social de Castilla y León 2022 de la Fundación FOESSA, la desigualdad en el acceso a las nuevas tecnologías supone una forma de exclusión social para el 31% de los hogares de la comunidad (cifra agravada con la crisis sanitaria). Una importante cantidad de servicios como la solicitud de prestaciones, renovación de documentos, solicitud de citas médicas o las gestiones bancarias se realizan predominantemente vía Internet, generando una enorme brecha para aquellos que no tienen la formación ni los medios adecuados. Por ello, solo si se humaniza la digitalización, será posible reducir estas diferencias para que los ciudadanos en situación vulnerable ejerzan sus derechos sin limitaciones.
Cáritas T-FORMA, proyecto que implica a las Cáritas diocesanas de Castilla y León, les ofrece en Salamanca las siguientes herramientas:
– 5 aulas fijas de formación grupal para la adquisición de habilidades y competencias digitales necesarias en el uso de internet, que mejoren la gestión en los diferentes ámbitos de la vida, y favorezcan un mayor nivel de inclusión social.
– 5 Puntos de Información y Comunicación que favorecerán el acceso, autónomo o guiado, de la persona para realizar sus trámites, gestionar solicitudes, petición de citas, etc.
– 1 Banco de préstamo de equipos (20 portátiles, 15 tablets y 15 conexiones de datos) destinados a personas y familias sin recursos digitales. Se les ofrece formación, búsqueda de empleo, estudio para niños, niñas y jóvenes en núcleos familiares vulnerables, etc. Un agente de Cáritas se encargará de guiar, apoyar y orientar en la utilización de los recursos prestados para garantizar su buen uso y optimización. Además, el préstamo se realizará por un periodo máximo de un año o curso escolar, pudiendo prorrogarse en caso de necesidad.
– 1 servicio de Aula Móvil (1 portátil con conexión de datos y 10 tablets), destinada especialmente a personas del ámbito rural, parroquias y asociaciones que no disponen de estos recursos. Su función es acompañarlas en el uso de aplicaciones de la administración pública (sanidad, Ecyl…), de banca y de comunicación, y llegar a aquellas zonas y espacios donde no es posible hacerlo con un aula fija.
El objetivo es que las aulas sean un recurso no sólo al servicio de las personas, sino al servicio de la comunidad, abiertas a grupos, asociaciones o comunidades que no dispongan de ellas y las necesiten para favorecer la adquisición de competencias digitales entre sus miembros y asociados.
En total, son 114 equipos que estarán al servicio de la formación y uso de las personas que lo necesiten, con un impacto directo previsto de más de 500 personas anualmente.