En el acto participaron tanto representantes de Cáritas como residentes y trabajadores de Calatrava.
Cáritas Diocesana de Salamanca ha realizado un último acto directamente vinculado a la celebración de su 60 aniversario, que tuvo lugar el año pasado. Un último gesto en colaboración con la Diócesis de Salamanca, que refleja de forma simbólica el crecimiento y el cuidado que caracteriza a la entidad.
La ceremonia ha tenido lugar esta mañana en los jardines de la Casa de la Iglesia, y ha contado con la participación tanto de residentes y trabajadores de Calatrava, como de la dirección de Cáritas, incluyendo a Carmen Calzada, directora , y a José María Rodríguez, secretario general.
El acto ha consistido en la plantación de un árbol (en este caso una higuera), a semejanza de otras plantaciones que Cáritas realizó en 2023 por toda la diócesis de Salamanca, como reflejo simbólico de las propuestas y acciones que marcarán su rumbo los próximos años, materializadas en algo vivo que debe cuidar y atender, para que prosperen y crezcan.
Ha sido una ceremonia emotiva, que ha incluido la lectura del evangelio (Mt 13, 31), diferentes cánticos y una reflexión sobre los años venideros. “Desde Cáritas, sabemos que un futuro justo para todo el mundo se consigue poniendo a las personas en el centro. Esta es la misión de Cáritas: crear una sociedad más justa y fraterna desde la dignidad, los derechos humanos y el bien común”. Un plan que hay que trabajar y cuidar “con las raíces bien hundidas en el Evangelio de Jesús, para que sus frutos estén llenos de paz, alegría y esperanza“.
Con este gesto, Cáritas recuerda su lema, “60 años uniendo corazones y transformando vidas”, y concluye sus actividades por el aniversario.