El lema de este año era “No apartes tu rostro del pobre”
El pasado viernes, tuvo lugar la celebración diocesana de la VII Jornada Mundial de los Pobres en la parroquia de Sancti Spiritus, organizada por la Diócesis de Salamanca en colaboración con Cáritas para movilizar a toda la sociedad en los objetivos de esta cita anual convocada por el papa Francisco
Bajo el lema “No apartes tu rostro del pobre”, la eucaristía de este año estuvo dirigida por D. Tomás Durán, Vicario General de Salamanca, y tenía como objetivo enfocar la mirada en los distintos rostros de la pobreza actual: las personas que viven en zonas de guerra, las víctimas de trabajo infantil, de trata, enfermos, las que son explotadas en el trabajo, los migrantes, o las personas sin hogar.
Entre los puntos fuertes, se habló de las privaciones que atentan contra la dignidad de las personas, obligando a familias a elegir entre comer o comprar medicinas, por ejemplo. La eucaristía ha servido para reclamar el derecho de ambos bienes, en nombre de la dignidad de la persona humana.
También tuvo protagonismo la precariedad laboral, que incluye a los trabajadores pobres y las víctimas de accidentes laborales, parte del “desorden ético” que marca el mundo del trabajo.
En conclusión, un acto que ha servido para reflexionar sobre cómo dar una respuesta adecuada que lleve alivio y paz a tantas personas, dejadas a merced de la incertidumbre y la precariedad. Y acercar la realidad de otros lugares del mundo, de barrios o localidades, para pedir en oración no mirar hacia otro lado, sino aprender a mirar con ternura y compasión a los que están alrededor.