Cáritas lanza en Monzambique un plan urgente de ayuda para miles de damnificados por las inudaciones

Las fuertes lluvias en todas las cuencas del sur del país registradas a finales de enero y la mala gestión del nivel de las presas de sus cauces han producido unas devastadoras inundaciones en la provincia de Gaza, en Mozambique, y, en particular, en la zona Chokwe. Las diócesis de Cabo Delgado, Zambezia y Nampula son las más afectadas.
Más de 150.000 personas han sido desplazadas a causa de las riadas, que han provocado decenas de muertos. “Lo primero que me alertó a la gravedad de la situación fue el sonido de los helicópteros”, ha explicado Santo Gotine, uno de los responsables de Cáritas Mozambique.

Varios ríos importantes de la región atraviesan Mozambique en su camino hacia el mar. Estas cuencas costeras son propensas a riadas y a inundaciones. Pero para muchos mozambiqueños, estas últimas les recuerdan las terribles inundaciones de 2000, en la que perdieron la vida 800 personas y más de 1 millón fueron desplazadas.
“En esta ocasión, las riadas han cogido por sorpresa a los habitantes de Chokwe”, asegura Santo Gotine. “Nadie esperaba unas inundaciones a esta escala. Normalmente se emiten llamamientos de alerta con una semana de antelación, pero esta vez la gente apenas tuvo 24 horas para prepararse. Y aunque se lanzaron avisos de un aumento del nivel de las aguas hasta un metro, en realidad el agua subió por encima de los dos metros”.

Operación urgente de ayuda de Cáritas Mozambique
Cáritas Mozambique ha puesto en marcha una operación urgente de ayuda a los damnificados. Uno de sus centros operativos está en Chaakalene, un centro de alojamiento temporal ubicado a 30 kilómetros al este de Chokwe, proporciona asentamiento temporal y acceso al agua potable a unas 70.000 personas.

“Aunque las comunidades locales de Cáritas se han movilizado rápidamente para prestar ayuda a los damnificados y están proporcionado refugio a tantas personas como pueden, es tanta la gente que necesita asistencia inmediata que es muy difícil ayudarlos a todos, dado que las necesidades son enormes”, afirma el padre Eugenio, uno de los responsables de la Cáritas Diocesana de Xai-Xai.
Alimentos, agua potable, suministros médicos, carpas y mosquiteras son las mayores prioridades de los desplazados. “La mayoría de las personas huyeron sin llevarse nada consigo. Los niños están hambrientos y ahora están apareciendo casos de diarrea y de malaria”, alerta el padre Eugenio. “Tenemos gente durmiendo bajo los árboles y en terreno abierto. Necesitamos urgentemente encontrar refugio para ellos. En la parroquia de Macia hemos acogido a 9.000 personas. Tanto aquí como en Chaakalene, hay muchos niños vulnerables a las enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, la disentería y el paludismo”, añade.

Si bien la red Cáritas en la zona, las organizaciones voluntarias y las agencias del Gobierno han respondido con rapidez a la crisis, el nivel de las aguas está aumentando en el norte, donde el acceso está más limitado, mientras que los pronósticos anuncian nuevas precipitaciones en la región.

El impacto psicológico del desastre en las comunidades rurales es enorme. Como advierten los responsables de Cáritas en el terreno, “la mayoría de los adultos ya lo habían perdido todo durante las inundaciones de 2000 y necesitaron muchos años para reconstruir sus vidas, y ahora se encuentran de nuevo en la misma situación. Todo esto es muy triste y preocupante”.
Apoyo urgente de Cáritas Española

Cáritas Española que lleva más de 15 años colaborando con la Cáritas Mozambiqueña en múltiples sectores y diócesis del país, ha decidido aportar una partida urgente de 50.000 euros para apoyar, en este fase inicial, los planes de ayuda a los damnificados.
Con motivo de la gran emergencia declarada en el año 2000 en las anteriores inundaciones, Cáritas Española acompañó de forma intensa a la Cáritas Diocesana de Xai Xai en la respuesta a la misma. Además, desde hace tres años se viene apoyando el plan estratégico de esta Cáritas Diocesana.