Cáritas Europa insta al Consejo Europeo de exteriores a responder al reto de los objetivos de desarrollo sostenible

En una declaración difundida con motivo de la reunión que los Ministros de Exteriores de la UE celebran en Bruselas

Cáritas Europa insta al Consejo de la UE de Asuntos Exteriores que tiene lugar hoy a alcanzar conclusiones ambiciosas que aborden el impacto de las políticas europeas sobre las personas en situación de pobreza en Europa y en terceros países. Nos preocupa especialmente la situación de los más vulnerables, como mujeres y niños. “Lo perdimos todo… Sin semillas, no seremos capaces de cultivar nuevos alimentos para la próxima cosecha y pasaremos hambre”, explica un padre de cuatro hijos de Panyikang, en Sudán del Sur.
Ahora que la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 está bien definida, Cáritas Europa recuerda la necesidad de superar la brecha entre política y práctica mediante la puesta en marcha de los objetivos acordados. “Los Objetivos de Desarrollo del Milenio nunca se lograron, así que es necesario aprender de nuestros fracasos del pasado. Por ejemplo, según el Índice Mundial de Hambre de 2015, sólo 72 países redujeron a la mitad la población en situación de hambre extrema. El ambicioso objetivo actual es tener “hambre cero” en 2030. Para lograrlo, necesitamos un enfoque consistente y coherente a nivel nacional y europeo para erradicar el hambre en Europa y fuera de ella”, ha asegurado Shannon Pfohman, responsable de incidencia política de Cáritas Europa.

Por lo tanto, Cáritas Europa anima a los líderes europeos a tomar en cuenta a la hora de redactar sus políticas tanto las recomendaciones de nuestro Informe sobre Seguridad Alimentaria como la voz de las personas que sufren la pobreza. Hacemos hincapié en la necesidad de ir más allá de planteamientos cerrados y pensar que la erradicación de la pobreza es también un Objetivo de Desarrollo Sostenible. Las experiencias de Cáritas Europa tanto en el terreno como en el análisis de las políticas muestran que la pobreza engloba muchos aspectos diferentes y va mucho más allá de la renta per cápita. En particular, recordamos la necesidad de desarrollar políticas encaminadas a reducir las desigualdades dentro y fuera de Europa. Las desigualdades sociales, que son importantes causas de pobreza y de hambre, tienen que ser superadas de manera coherente y responsable.

Desigualdad, injusticia social y pobreza son también causas de la migración forzada e involuntaria. Cáritas Europa espera que la UE haga frente a estos problemas como algo prioritario y promueva un enfoque de la migración basado en los derechos, en particular tratándose de mujeres y niños. La migración puede ser una fuerza transformadora para el desarrollo sostenible y nuestros dirigentes tienen que reconocerla como tal. Deben facilitar el papel de los migrantes, contribuyendo al desarrollo sostenible tanto en sus países de origen como en destino y reducir al menos al 3% en 2020 los costes de envío de remesas a sus hogares.
Al mismo tiempo, Cáritas Europa insta a los Estados miembros “a aumentar la ayuda oficial al desarrollo de sólo 0,42% del Producto Interior Bruto (58.200 millones de euros) hasta un prometido 0,7%”. “Tenemos que centrarnos más en los Estados frágiles y menos en los países desarrollados, y asegurar en el desarrollo de la política un enfoque centrado en las personas”, recuerda Jorge Nuño Mayer, secretario general de Cáritas Europa.