Acudieron representantes de diversas Cáritas para tratar la nueva ley, incluyendo Salamanca.
A lo largo del día de ayer, Cáritas Española celebró en el Escorial su Jornada de Trabajo LOPIVI, un encuentro en el que participaron representantes de muchas de las Cáritas Diocesanas. El equipo del área de Infancia de Cáritas Salamanca no se perdió el evento, focalizado en la LOPIVI (Ley Orgánica de protección integral a la infancia y adolescencia frente a la violencia). Una ley aprobada por el gobierno en junio del año pasado, que apuesta por dar una formación especializada en prevención y actuación frente a la violencia, a aquellas personas por su trabajo tengan contacto habitual con menores.
El encuentro comenzó con un espacio formativo y de reflexión sobre las obligaciones que conlleva la LOPIVI en el acompañamiento de familias con hijos, coordinado por Luis Ureña y Myriam Cabrera, directora de la Cátedra de los Derechos del Niño en la Universidad Pontificia de Comillas y coordinadora del proyecto Holistic.
Le siguió un espacio por grupos de trabajo, donde se trataron temas como la figura del delegado de protección a la infancia y adolescencia, los elementos clave de un plan de protección a la infancia en Cáritas, o la notificación de denuncia, entre otros.
Para concluir, se debatió la ley en un espacio asambleario, poniendo en común las conclusiones de todo lo tratado. En definitiva, unas jornadas clave para tratar dentro la organización un tema tan importante y delicado como es la protección al mejor y al adolescente frente a la violencia.
Claves de la LOPIVI
La Ley Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI), ha introducido numerosos cambios que conllevan un avance en favor de una mejor protección de niños, niñas y adolescentes frente a la violencia. Supone, además, un gran cambio de paradigma al pasar a un abordaje integral que actúa ante todo tipo de violencia en todas las fases, con un claro enfoque preventivo y pedagógico. Como parte de las actuaciones necesarias para la generación de un cambio profundo y duradero, la Ley enfatiza la necesidad de que aquellos que, debido a sus profesiones, tengan contacto habitual con menores, reciban una formación especializada y continuada en materia de prevención y actuación frente a la violencia.