Activa con la AECID una respuesta de 150.000 euros para responder al llamamiento de Cáritas Filipinas para ayudar a 7.000 personas.
Cáritas Filipinas (NASSA) está proporcionando ayuda de primera necesidad a las comunidades más afectadas tras el devastador impacto del súper tifón “Goni”, que azotó Filipinas el pasado 1 de noviembre y que, según todas las estimaciones, es el temporal más violento registrado en el archipiélago desde el devastador impacto de “Haiyan”, en 2013.
Apoyo de Cáritas Española con fondos AECID
Esta respuesta cuenta con el apoyo de numerosas Cáritas donantes de la red internacional, entre ellas, Cáritas Española, que ha activado con la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) un convenio de respuesta a esta emergencia para movilizar una partida de 150.000 euros de apoyo el llamamiento de ayuda lanzado por Cáritas Filipinas. De esta cantidad, 127.500 euros son aportados por la AECID y los 22.500 restantes por Cáritas Española.
La provincia de Catanduanes, territorio insular situado al sureste de la isla de Luzón, en el litoral del Pacífico, ha sido la que ha sufrido mayor devastación. Seis de sus once municipios –Bato, Virac, San Miguel, Baras, Gigmoto y San Andrés— han quedado muy afectados. Asimismo, el súper tifón “Goni”, conocido como “Rolly” en Filipinas, ha causado grandes inundaciones, deslizamientos de tierra y destrucción masiva de viviendas, cultivos y telecomunicaciones en la vecina isla de Luzón.
Las pérdidas en cosechas y actividades pesqueras –medios de vida de la mayoría de la población afectada— son incalculables. Según datos de la Oficina Municipal de Agricultura de Bato, se necesitarán al menos tres años para recuperar la normalidad en el sector agrícola.
Los informes iniciales, confirman, al menos, que 17 personas han muerto y más de 400.000 están acogidas en centros de evacuación, mientras que otras decenas de miles se han alojado en casas de familiares y amigos. Se estima que el número total de damnificados supera el millón y medio de personas.
Plan de ayuda de Cáritas Filipinas para 7000 personas
Junto al reparto de bienes de primera necesidad, los equipos de intervención rápida de Cáritas están llevando a cabo el monitoreo en el terreno para identificar a las víctimas en situación vulnerable y evaluar las necesidades más urgentes. Actualmente, dos equipos de Cáritas Filipinas están desplazados en las zonas del sureste (Bícol) y el sur de Luzón. En sus informes preliminares señalan que las mayores prioridades son el suministro de ayuda alimentaria y agua potable a los damnificados, junto a botiquines de primeros auxilios, material de refugio, mantas, enseres de cocina y artículos de aseo.
Cáritas Filipinas y la Diócesis de Virac han preparado un llamamiento de ayuda de emergencia por importe de 23 millones de pesos filipinos (unos 400.000 euros) para financiar programas de ayuda humanitaria de urgencia para unas 7.000 personas.
Las actuaciones recogidas en este plan de respuesta a la emergencia incluyen, entre otras, planes de construcción der refugios permanentes para las familias que han perdido sus hogares, proyectos de seguridad alimentaria y recuperación de medios de vida en los sectores agrícola y pesquero, ayudas económicas para pequeñas y medianas empresas, y primeros auxilios psicosociales para personas afectadas por el desastre.
El tifón agrava los efectos de la Covid-19
El obispo Colin Bagaforo, director nacional de Cáritas Filipinas, ha afirmado que “mientras instamos a seguir rezando por la seguridad de todos, también pedimos ayuda, ya que el tifón ha traído mayor pobreza a nuestras comunidades gravemente afectadas por el temporal, ya que también estamos luchando contra los efectos de la COVID-19. Por eso, con humildad, apelamos a los sinceros actos de bondad, generosidad y compasión de todos. Necesitamos que nos ayuden a restaurar la dignidad de nuestras comunidades desesperadas”.
«En estos tiempos difíciles, en los que nos encomendamos a nuestro Dios», ha señalado el padre Antonio Labiao, secretario ejecutivo de Cáritas Filipinas, «también sabemos que todo el mundo podrá escuchar nuestras oraciones y enviar ayuda».