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Cáritas Diocesana de Salamanca atiende a 14.507 personas a través de sus programas.

10 junio, 2020

Cáritas Diocesana de Salamanca presenta su memoria de actividad 2019 como cada año con motivo del Día Nacional de Caridad, este año bajo el lema: “El poder de cada persona. Cada gesto cuenta.  Esta mañana ha tenido lugar la rueda de prensa en la que han participad Carmen Calzada, directora de la institución, José Mª Rodríguez, secretario general y D. Carlos Lopez, obispo de la diócesis de Salamanca y presidente de Cáritas diocesana.

Carmen Calzada ha comenzado introduciendo el significado de la campaña y el esfuerzo realizado durante estos meses, destacando que la labor de Cáritas se centra en la persona como protagonista de su acción: ”Apostamos por la dignidad de cada persona. La tarea de Cáritas viene a ser una vez más una ventana de esperanza para todos.” 

A continuación D. Carlos Lopez ha enmarcado la situación con algunos datos: “La pobreza severa se ha incrementado en un 30% “.  D. Carlos ha destacado  la gran solidaridad de las personas que colaboran con Cáritas.

En último lugar, José Mª Rodríguez ha presentado los datos más significativos de la memoria 2019, a continuación los detallamos:

Cáritas rinde cuentas y hace balance del año a través de la memoria. Destacamos algunos datos significativos de las distintas áreas de trabajo. En el área de animación comunitaria cabe destacar el trabajo de acogida y acompañamiento a las familias, ante una situación de necesidad la primera respuesta es esencial. Es el servicio del recurso de acogida y atención primaria, donde se realizan ayudas destinadas a vivienda, alimentación, etc. El año pasado dio respuesta a 3.036 familias, un aumento de 612 respecto al año anterior, con una partida de casi 1.200.000 euros. 

Otro aspecto importante en esta área de trabajo es la promoción educativa, educación en el tiempo libre, ludotecas, acompañamiento en la búsqueda de empleo y talleres formativos, en especial con aquellos que pasan por dificultades. En 2019 trabajamos con 519 niños y adolescentes y 119 jóvenes mayores de 21 años. 

Desde el programa de inmigrantes luchamos por promover una mayor concienciación sobre la necesidad de construir juntos una comunidad integradora y por acoger, desde el respeto y el diálogo, a los inmigrantes que llegan a nuestra ciudad y nuestros municipios, donde no siempre pueden encontrar un espacio de escucha y atención. Así, se favorece la construcción de una sociedad intercultural. El año pasado acogimos a 1.272 personas, 84 en la zona rural. 269 participaron en el centro intercultural Baraka. 

Por otro lado, es importante hablar de las familias en el trabajo que realizamos en los barrios y centros socio-comunitarios mediante acciones de promoción social, cultural y laboral, hemos intervenido con 2.543 familias. 

Que las personas mayores permanezcan el mayor tiempo posible en su entorno es esencial, por ello se ofrece un completo programa de atención que pretende facilitar la vida a los 208 mayores y también a sus familias y cuidadores acompañados este 2019. 

Continuando con el área de inclusión social, confluye el trabajo con personas que viven situaciones de exclusión: sin hogar, en prisión, con drogodependencias y afectados por VIH -SIDA. Desde nuestra intervención se pretenden favorecer procesos de inclusión, a través de distintos recursos. Destacamos algunos datos como las 435 personas sin hogar recibidas en el servicio de acogida. Las 15.661 asistencias en el recurso de comedor del centro Espacio Abierto para personas sin hogar. 138 personas han pasado por el centro de acogida ‘Padre Damián’. Y hemos acompañado a 386 personas a través del programa de intervención en prisión 

Cabe destacar el 25 aniversario de la casa de acogida ‘Samuel’ para enfermos de VIH-Sida. La atención en este aspecto abarca el acogimiento integral así como acompañar en el día a día a estas personas, también durante sus estancias en los centros hospitalarios. La casa de acogida ofrece a los enfermos más avanzados un hogar en el que se cubren sus necesidades más básicas, a todos los niveles, desde el sanitario al afectivo y humano, 54 personas en 2019. 

Otro frente de trabajo en esta área es la atención a las drogodependencias que reúne varios recursos en los que se trabaja de forma terapéutica a través de programas individuales o grupales, y tanto con las personas que viven esta situación, como con sus familias. Así, se establecen tres recursos:  

El Programa de Prevención Indicada Lazarillo destinado a adolescentes que se han iniciado en el consumo de algún tipo de drogas y a sus familiares, este año hemos llegado a 128 jóvenesEl Servicio Ambulatorio de atención sanitaria y psicosocial para las personas que necesitan tratamiento por los problemas derivados del consumo de drogas, donde hemos acompañado a 290 personas y el Centro de Día de atención integral, destinado a las personas que quieren realizar un programa de rehabilitación psicoeducativo, libre de consumos, en su propio medio, y lograr así su incorporación social y laboral, por el cual han pasado 54 personas el año pasado. 

Finalizamos hablando del proyecto diocesano para atender a las personas con problemas de salud mental ‘Ranquines’.  Se ha trabajado en la mejora de las condiciones de vida de 77 personas ofreciendo soporte terapéutico y apoyo social también a sus familias.  

Continuamos hablando del mundo laboral, no acceder al mundo del trabajo dificulta una integración social completa. Por eso, es fundamental trabajar en la inserción laboral de las personas más vulnerables, que sufren exclusión social y precariedad. Un reto y un desafío en el que Cáritas trabaja cada día a través del área de inserción laboral. 1.532 personas pasaron por el recurso de información laboral y se acompañó a 259 desde orientación laboral, tanto individual como grupal. 281 personas realizaron la formación técnica de empleadas de hogar. 

58 personas realizaron cursos de formación con nosotros, en 2019 llevamos a cabo dos ediciones del Curso de operaciones básicas de cocina y una del curso de limpieza de superficies 

Finalizamos este capítulo con las 239 personas que han conseguido empleo gracias a nuestro acompañamiento y a los recursos ofrecidos por los distintos recursos de Cáritas. 

El compromiso que nos motiva nos lleva también a ir más allá de la intervención social e intentar profundizar en la concienciación de la sociedad y en la incidencia para promover el cambio. Buscamos fomentar el voluntariado y la sensibilización, en especial entre la comunidad cristiana, para lograr entre todos la construcción de un mundo más fraterno y humano. Este es el objetivo que persigue el área de desarrollo institucional. Destacamos la implicación y compromiso de los 623 voluntarios, imprescindibles en el día a día. Los actos de sensibilización, talleres en centros escolares, campañas… En 2019 hemos llevado a cabo 11 círculos de silencio con una media de 70 personas cada mes. Se han publicado más de 250 noticias en nuestra página web y hemos recibido 454.952 visitas.  

Por otro lado, se realiza orientación y sensibilización en torno a las realidades que viven las personas en exclusión, junto a un asesoramiento jurídico integral que reúne todos los procedimientos y gestiones ante los organismos competentes, abierto a las necesidades de la Diócesis. También se realizan aportaciones a los textos legislativos que afectan a las personas más vulnerables. Este año se ha acompañado a 1.681 personas. 

Transparencia 

En 2019 se han invertido 4.786.636 euros en los diferentes programas de intervención. La principal partida es para el recurso de acogida y atención primaria, a la que se dedicaron 1.195.795 euros. Los ingresos, con un montante total de 4.732.550 euros, procedieron en su mayoría de los donativos, aportaciones de socios, colectas, fundaciones, legados e ingresos procedentes de la actividad. El resultado final ha sido un déficit de 54.086. 

Algunos datos emergencia COVID-19 

Las familias atendidas desde el 15 de marzo al 31 de mayo han sido 1.312, un aumento de casi el doble respecto al mismo periodo de 2019, que fueron 754 los hogares acompañados. La inversión económica para las ayudas de primera necesidad ha sido de 392.165€. 

El poder de cada persona. Cada gesto cuenta. 

Este año celebrar el día de Caridad tiene un sentido diferente y especial. La pandemia mundial que ha generado el coronavirus nos ha obligado a disponer de nuestras vidas de una forma inimaginable hace tan solo unos meses. Los hábitos cotidianos, la forma de relacionarnos y la gestión de nuestras emociones nos han desbordado. La enfermedad, la muerte de nuestros seres queridos y el aislamiento han dejado paso a la inseguridad económica y laboral, a la falta de recursos básicos, a la pérdida de empleo o a los ERTES. Emerge una sociedad mucho más frágil y vulnerable con una hoja de ruta más llena de incertidumbres que de certezas.   

Sin embargo, es desde esta fragilidad desde donde hemos visto brotar miles de gestos solidarios llenos de caridad, de ese amor gratuito que nace del corazón de forma libre y desinteresada sin esperar nada a cambio. 

Rodríguez finalizaba: Como Iglesia, como comunidad cristiana, tenemos el reto de acompañar y cuidar la fragilidad y también cultivar la solidaridad emergente para que no se quede sólo en una reacción ante la amenaza compartida sino en una forma nueva de ser y estar en el mundo.”

EL PODER DE CADA PERSONA. Tenemos grandes retos por delante que no podemos abordar solos, ni como individuos ni como organizaciones de forma unilateral. Necesitamos dibujar en común nuevos escenarios de vida y posibilidad para todos, y generar espacios de encuentro para sanar juntos. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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