El acto, dentro la campaña de Operación Vivienda de Cáritas, ha reivindicado una vivienda digna, adecuada y accesible para los más vulnerables.
Como cada fin de mes, Cáritas Diocesana de Salamanca ha salido ayer jueves a la calle para celebrar su Círculo de Silencio en Puerta Zamora, y reivindicar los derechos de aquellos en situación más vulnerable. En esta ocasión, por las personas con dificultades para acceder a una vivienda digna, adecuada y accesible, como parte de su campaña de Operación Vivienda “Una Vivienda digna, que no sea un privilegio“.
Al finalizar el círculo, un representante de Cáritas se ha hecho eco a través un manifiesto, de la injusta situación de muchas personas excluidas: “El exceso de gasto que se destina a la vivienda hace que, para personas con bajos o casi nulos ingresos, sea muy difícil mantenerla en buenas condiciones. No se trata solo del coste del alquiler, sino de los suministros y la energía”
Actualmente, disponer de una vivienda estable supone una barrera de protección para preservar la salud, la dignidad, la familia, la red social y el sentido de pertenencia a una comunidad, en la que poder acceder a los recursos y servicios disponibles para los ciudadanos.
Por ello, a través del manifiesto Cáritas ha solicitado a la administración, entre otras cosas, una ley estatal de garantía de acceso a la vivienda, un mayor parque de vivienda de alquiler accesible a personas con bajos ingresos o un mayor esfuerzo en rehabilitación de viviendas que no cumplan con las condiciones de habitabilidad y que no son eficientes energéticamente.
Para concluir, el manifiesto apuntaba que “es necesario avanzar hacia una sociedad donde esté garantizada la vivienda digna para todas las personas, recordando que la vivienda es un derecho y no un privilegio.”
¡Gracias a todos los asistentes!