El manifiesto recuerda la importancia del compromiso individual y grupal por una cultura de la paz basada en la fraternidad, la tolerancia y la concordia.
Como cada último jueves de mes, Cáritas Diocesana de Salamanca celebró ayer jueves 25 su Círculo de Silencio de enero en Puerta Zamora: una manifestación silenciosa por la paz, con motivo del 30 de enero, Día de la Paz y la No violencia.
Al finalizar el acto, Cáritas ha aprovechado para reivindicar, a través de la lectura pública de un manifiesto, la tolerancia, la solidaridad, la concordia, el respeto a los derechos humanos, la no violencia y, sobre todo, la paz.
El documento recuerda que actualmente, hay al menos 58 guerras activas en el mundo, que afectan a más de 1.100 millones de personas (un 14% de la población total). “Las guerras y los conflictos provocan violencia, pobreza, el desplazamiento de millones de personas de sus hogares (…) sin acceso a atención sanitaria, alimentación, educación…”, concreta.
Situaciones que (salvo casos concretos), muchas veces no reciben atención mediática, lo que dificulta la llegada de ayuda humanitaria a estos lugares o la creación de corredores humanitarios.
Frente a este drama humano, Cáritas reclama diferentes medidas que contribuyan a la paz, incluyendo “cesar el negocio de las armas, abordar las causas del conflicto desde su raíz, atender a las víctimas garantizando la ayuda humanitaria, la educación como escudo frente a la violencia” y por último “el compromiso cotidiano individual y grupal por una cultura de la paz”.
En Cáritas, creemos en la capacidad de trabajar juntos por el crecimiento de la fraternidad humana, la amistad social y los derechos humanos. Entre todos, lo logramos. ¡Gracias a todos los asistentes!