Su objetivo fue compartir con los nuevos voluntarios los valores y el trabajo de la organización a través de diferentes dinámicas y testimonios, con un estilo cercano y ameno.
Este jueves día 10 se celebró en el aula ‘Virgen Vega’ de la Casa de la Iglesia el encuentro inicial con las personas que participarán como voluntarios en los diferentes proyectos de Cáritas. Una jornada de convivencia y de puesta en común, en la que a través de diferentes dinámicas se presentó el ser y sentir de Cáritas a las personas que se incorporan, trabajando la identidad de la institución y su Modelo de Acción Social, imprescindible para enmarcar la labor del voluntariado, su compromiso y su respuesta ante la realidad.
La sesión comenzó con una actividad por grupos, en la que cada uno trabajó diferentes tremas de corte social (acceso a la vivienda, despoblación, exclusión social, desempleo, personas sin hogar y voluntariado), reflexionando sobre la situación de cada uno.
Le siguió una charla impartida por Alfonso García, responsable del centro de acogida Padre Damián. Alfonso se centró en el modelo de acción social de Caritas, compartiendo con los asistentes sus acciones, valores, qué hacemos y cómo lo hacemos. Además, destacó que “la persona siempre está en el centro” porque es lo primero, respetando su dignidad. Sin olvidar que “las personas son mucho más que lo problemas que tienen”, ya que eso no es lo que las definen.
El punto humorístico lo puso “El Carrusel Participativo”; un programa de radio simulada que incluía “conexiones en directo” con participantes de los centros de Cáritas y “anuncios” de lo más variopintos, para amenizar el acto y conectar con los nuevos voluntarios.
Más emotivo fue el testimonio de Natalia, una voluntaria brasileña y profesora en el Centro Intercultural Baraka, que compartió sus propias experiencias como inmigrante y la gratitud de los alumnos del recurso hacia ella. “Lo que aprenden, lo aprenden de verdad porque ha llegado a sus corazones y lo han compartido”, comentó. “Construimos algo juntos”.
Por su parte, Alicia, educadora social y voluntaria, recordó su experiencia de voluntariado internacional en Puyo (Ecuador), país en el que pasó un mes en la región amazónica trabajando con jóvenes locales en situación de exclusión y comunidades indígenas, junto con otros voluntarios de Cáritas diocesanas de toda Castilla Y León. “El voluntariado es un acto de amor y aprendizaje que no se olvida nunca”, expresó.
La tarde continuó con la sección del “Canal de Cocina”, en la que, simbolizado a través del tradicional hornazo salmantino, todos aportaron los ingredientes clave para el perfecto voluntariado: participación, amor, empatía, alegría, humildad o cariño, entre otros.
El encuentro terminó con un karaoke que versionaba al estilo Cáritas “Tacones Rojos” de Sebastián Yatra, reconvertido en “Corazones Rojos”; una oda al voluntariado con un mensaje claro: trabajando juntos llegamos más lejos. ¡Felicidades y bienvenidos a todos los que os incorporáis a esta familia!
Actividad financiada por el IRPF de la Junta de Castilla y León