Los mayores también son comunidad

Como cada último jueves de mes, la Puerta Zamora acogió el día 25 a las 20 horas un nuevo Círculo del Silencio de Cáritas Diocesana de Salamanca. Unos minutos de reflexión en los que, en esta ocasión, nos movilizaremos por los derechos de las personas mayores. España es uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo, junto con Italia y Japón, por encima de los 80 años.

Según los datos del último padrón, a fecha de 1 de enero de 2017, la provincia de Salamanca, con una tasa de población mayor de 65 años del 25,62% (86.417 mayores), respecto a la población total: 321.644 habitantes, es la quinta provincia más envejecida de España.

Los  miembros de los denominados ‘cuarta edad’, es decir los mayores de 80 años, ganan peso en la pirámide de población salmantina: 34.117 mayores, sobre todo porque la provincia charra es uno de los territorios con mayor esperanza de vida del mundo. La tendencia es ascendente y cada vez son más personas que superan los cien años, 286 en la provincia.

Algunos de los problemas que presentan las personas mayores están relacionados con las enfermedades crónicas vinculadas a la edad o con las enfermedades neurodegenerativas, que generan situaciones de dependencia, en diversos grados y niveles. A esto se añade que la mayoría recibe pensiones mínimas y viven sin compañía, padeciendo también problemas de soledad. Asimismo, la ayuda pública que recibe este colectivo resulta insuficiente y es necesario que sea completada por la iniciativa social, con la aportación del voluntariado.

Esto nos sitúa ante un colectivo con gran fragilidad, que requiere una atención personalizada. No podemos olvidar que las personas mayores también son parte de la comunidad. Y así lo ha señalado el Papa Francisco en muchas ocasiones al hablar de la importancia que juegan los ancianos en nuestra vida y en el mundo. «¡Qué importantes son los abuelos en la vida de la familia para comunicar ese patrimonio de humanidad que es esencial para toda sociedad!».